Gustavo Matosas, técnico del América, se juega su carta más trascendental en 90 minutos. Sus Águilas enfrentan  al Impact de Montreal en el partido de vuelta de la final de la Liga de Campeones de Concacaf, que da un boleto al Mundial de Clubes de fin de año. Los emplumados están obligados por historia, mercadotecnia y simplemente porque la directiva amarilla, encabezada por Ricardo Peláez, armaron este equipo para ganar dicho certamen.

 

El Estadio Olímpico de Montreal será el escenario donde las Águilas intentarán, primero emparejar el marcador global, al menos en lo que a goles de visitante respecta, porque el 1-1 que el Impact consiguió en el partido de Ida, le daría el título en caso de que en la vuelta el marcador terminara con empate a cero.

 

El problema para Matosas será recuperar a Rubens Sambueza, su hombre más creativo, quien salió lesionado al medio tiempo del Clásico del pasado fin de semana, además de Oribe Peralta, quien no vio acción ante Chivas, a ellos se une la baja de Paolo Goltz por estar suspendido.

 

Como sea, América debe traer el trofeo de la Concachampions de vuelta a casa o será el primer gran fracaso del proceso Matosas, que bien podría costarle su continuidad en los azulcremas.