Después de trabajar con niños colombianos -y de comunidades rurales de México y de otros países- para disuadirlos de convertirse en guerrilleros, la próxima parada de Bogar García Milán es Seychelles, un país africano que se extiende a lo largo de un archipiélago de 115 isletas, en donde planea abrir una oficina de la Asociación internacional de Estudiantes de Ciencias Económicas y Comerciales (AIESEC), una organización de jóvenes reconocida por la ONU.

 

Este país -cuyas lenguas oficiales son el francés, inglés y el criollo- es una excepción a la regla de violencia, pobreza y subdesarrollo de la región (cerca de Somalia, Kenia, Uganda y Etiopía) con un Producto Interno Bruto per cápita dos veces superior al de México.

 

Su misión: promover en este pequeño país africano proyectos con jóvenes para que ayuden a rescatar la parte más pobre y subdesarrollada de su continente. “Encontramos que los jóvenes en este país –Seychelles– son muy activos socialmente y les gusta involucrarse en proyectos para ayudar a su país. Lo que queremos lograr abriendo una nueva oficina ahí es que se interesen en ayudar al desarrollo de todo su continente, que no se queden nada más en su país, sino que entre todos diseñemos proyectos para ayudar a África”, explicó.

 

“Eso es lo que yo quiero hacer, tal vez es una idea loca pero la pueden compartir otras personas que también tengan mis ideales: quiero abrir una ONG en África para llevar un programa de desarrollo profesional para impulsar el desarrollo y liderazgo de los jóvenes, que se preocupen más por su continente”, señaló.

 

Desde hace cinco años Bogar ha viajado por todo el mundo trabajando como voluntario en AIESEC, una organización liderada por jóvenes que busca vincular por medio de pasantías o proyectos de desarrollo profesional, a recién graduados con empresas o proyectos de voluntariado en más de 120 países en todo el mundo.

 

“Los jóvenes aprendemos a relacionarnos de manera diversa, a trabajar con gente que no tiene nuestra religión, nuestro pensamiento político o nuestra preferencia sexual, en este tipo de experiencias, tú aprendes a hacer eso y también a empoderar a otros”, explicó en entrevista.

 

Experiencia

 

Bogar ya trabajó en países como Colombia y la India, en donde aprendió que el trabajo que inspira confianza puede ayudar a un adolescente a recuperar la confianza en sí mismo y los deseos de hacer un mundo mejor.

 

Le ocurrió en Colombia, donde durante varios meses trabajó en una región rural cerca de Bogotá. Se trataba de un proyecto que pretendía responder una pregunta aparentemente sencilla: ¿qué sueñan los niños? La respuesta a esta pregunta ayudaría a los menores a escribir un plan de vida y ver la educación como la estrategia para cumplirlo.

 

“Había chavitas que llegaban con cuchillos, ¡con cuchillos!, y amenazaban a sus compañeros o jugaban de una forma muy violenta. También llegó un niño más chiquito que decía que él se iba a convertir en un guerrillero de las FARC.

 

Con el tiempo descubrimos que el niño no sabía las implicaciones de lo que estaba diciendo sino que en su familia, la guerrilla se veía como algo bueno. Esa perspectiva nos ayudó a trabajar con la comunidad”, mencionó en entrevista.

 

En su tarea maratónica, este joven mexicano, estudiante de Mercadotecnia Internacional, contará con el apoyo de otras dos voluntarias africanas que ya abrieron la oficina y de sus padres, quienes aceptaron que dejara de estudiar la licenciatura en el formato presencial y se trasladara a la carrera a distancia, para poder continuar desde África.

 

Tres mil y contando

 

Bogar tiene listas las maletas y el pasaporte, pero le faltan 3 mil 500 dólares para tomar un avión e instalarse en Seychelles.

 

AIESEC acepta donaciones y patrocinios económicos completamente deducibles de impuestos.

 

Banco: Banamex

Cuenta: 152304

Sucursal: 4266

Clabe interbancaria: 002180426601523048

Enviar datos de facturación y copia del comprobante de depósito al e-mail bogar.gmilan@aiesec.net, de lo contrario la donación será considerada anónima.