El personal contratado por outsourcing, sin contar al ocupado en servicios de vigilancia, limpieza y jardinería, pasó de 3.1% a 7.7% de la población ocupada.
Según datos del Censo Económico 2014 del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi), 3 millones 419 mil 537 personas laboraban el año pasado bajo el régimen denominado personal ocupado no dependiente de la razón social.
En 2004, el número de estas plazas alcanzó el millón 399 mil 264, cuando el número de trabajadores activos era de 43.8 millones de personas. Ya para 2014, los subcontratados fueron 3.4 millones, de los 49.8 millones de mexicanos con alguna ocupación laboral.
“Actualmente la subcontratación de personal es una práctica cada vez más común porque ofrece una serie de ventajas como: mayor flexibilidad en la organización, concentrar los esfuerzos empresariales en soluciones productivas, eliminar obligaciones laborales del patrón y contratar personal especializado en el momento que se requiera”, dice el Censo Económico.
A la cifra de trabajadores subcontratados en 2014 se suman 12.1 millones contratados por la misma razón social, y una fuerza laboral de 5.8 millones integrada por parientes que trabajan sin remuneración.
El Inegi detalla que el sector con mayor subcontratación es el comercio, seguido de los servicios privados no financieros, que entre ambos tienen más de la tercera parte de los subcontratados; el resto se va a actividades varias y a la industria manufacturera.
Al tratarse del mercado laboral más grande del país, el Distrito Federal es la entidad con más outsourcing con 930 mil empleados bajo estas condiciones, sin contar a quienes laboran en servicios de vigilancia, limpieza y jardinería.
Al respecto, instancias como la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH) señala que para la empresa este tipo de contrataciones tiene los inconvenientes de que hay carencia de lealtad hacia la empresa por parte de los trabajadores, la productividad es baja, los empleados no adquieren antigüedad, hay mucha rotación de personal y hay baja calidad en el producto o servicio final.
Otra de las desventajas es la poca aportación fiscal. Datos de la Academia Mexicana de Derecho Fiscal indican que en el país hay 14 mil empresas que no pagan impuestos porque al utilizar este tipo de contrataciones dejan de pagar 3 mil 800 millones de pesos en impuestos.