En fecha tan lejana como el 21 de mayo de 2012 -hace casi tres años-, el entonces candidato del PRI a la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto, dio a conocer un decálogo de compromisos que bautizó con el bonito nombre: “Por una Presidencia democrática”.
Transcurrido ya el primer tercio y un poco más de su sexenio, el documento de Peña Nieto está en espera de cumplimiento a fondo, porque hasta los puntos aparentemente cumplidos registran huecos por donde se cuela el incumplimiento.
-A manera de ejemplo, en el compromiso número 2 -Libertad de expresión- el actual Presidente prometió:
“Las críticas al Presidente de la República, en todos sus estilos y formatos, serán escuchadas, respetadas y tomadas en cuenta. En una Presidencia democrática no caben ni la violencia en contra de periodistas, ni la censura”.
-En el punto número 3 -Relación con los medios- el hoy mandatario ofreció:
“El gobierno debe establecer una relación con los medios de comunicación acorde con una cultura democrática. Como Presidente de la República impulsaré una reforma constitucional para crear una instancia ciudadana y autónoma que supervise que la contratación de publicidad de todos los niveles de gobierno en medios de comunicación se lleve a cabo bajo los principios de utilidad pública, transparencia, respeto a la libertad periodística y fomento del acceso ciudadano a la información”.
-El punto número 4 -Derechos humanos- prometió:
“El respeto a los derechos humanos debe ser premisa fundamental para el uso de la fuerza pública. Promoveré las reformas constitucionales y legales necesarias para asegurar la vigencia de protocolos de respeto a los derechos humanos en la actuación de las fuerzas armadas y las policías de todo el país.”
— El punto número 6 -No discriminación- garantizó:
“En política migratoria daremos un trato a los migrantes en México como el que exigimos para nuestros paisanos en el extranjero.”
-En el punto número 7 -División de poderes-, prometió:
“Igualmente me comprometo a respetar la genuina independencia del Poder Judicial y de los órganos autónomos. En todos los casos buscaré el mayor consenso entre las fuerzas políticas antes de enviar al Poder Legislativo las propuestas de nombramientos de ministros de la Suprema Corte e integrantes de los órganos autónomos”.
-El punto 8 -Elecciones libres- ofrecía:
“Promoveré iniciativas de reforma para erradicar definitivamente el uso electoral de los programas sociales de los tres niveles de gobierno.”
-El punto 9 -Transparencia y rendición de cuentas- prometía:
“Como Presidente de la República seleccionaré un equipo de colaboradores a partir de su capacidad, experiencia y honestidad, no de sus relaciones familiares o de amistad.”
-El punto número 10 -Federalismo y transparencia- ordenaba:
“El gobierno federal debe apoyar con vigor y compromiso la acción de los gobiernos estatales y municipales, pero debe también ser un activo promotor de una cultura de responsabilidad, transparencia y rendición de cuentas en el uso de los recursos públicos”.
En fin, que los dizque “compromisos” presidenciales se quedaron en simples promesas.
AGENDA PREVIA
El líder de la bancada del PRI en San Lázaro, Manlio Fabio Beltrones, se congratuló porque aún en la recta final de la LXII Legislatura, las reformas trascendentales para el país no se detienen. Un ejemplo vivo es la enmienda constitucional que faculta al Congreso a expedir una legislación única de justicia penal para adolescentes, lo que representa un paso fundamental para la modernización de nuestro sistema de justicia.
El día de hoy, en la Conferencia Interamericana de Seguridad Social, se presentará el libro La Influenza Mexicana y la Pandemia que Viene, cuyo autor es Daniel Karam, quien fue director del Instituto Mexicano del Seguro Social cuando el virus AH1N1 obligó a México a tomar medidas inéditas para su contención. La obra hace un importante aporte para enfrentar futuras emergencias sanitarias.