Rogelio Ortega Martínez descartó que durante su administración como gobernador interino de Guerrero, él haya sido inútil o represivo; sostuvo que los índices de inconformidad y de inseguridad han disminuido en los últimos meses.
“Unos (me acusan) de ser omiso y otros de ser represivo, débil e inútil (…) si un gobernador omiso e inútil, después de 6 meses, seguramente las condiciones del estado de Guerrero estarían peor”, explicó.
Tras concluir una comparecencia con legisladores federales sobre posibles violaciones a los derechos humanos, el gobernador dijo que cuando arribó a la gubernaturita “se incendiaban edificios, se bloqueaban por más de 12 horas la Autopista del Sol, había incertidumbre con relación si iba a ser un éxito la temporada alta de Acapulco”.
“Se ha disminuido el conflicto (de Ayotzinapa); se han disminuido las movilizaciones, no porque yo haya comprado liderazgo alguno, nos hemos ido en la ruta de atender los grandes rezagos y las demandas legítimas de los movimientos sociales”, explicó.
Ortega Martínez expresó en entrevista que estos avances se han logrado gracias al “diálogo, la mesura, la sensatez y los acuerdos positivos. Ganándome la confianza de los liderazgos para que podamos decir: –lo que se pueda resolver, se resuelve y lo que es más difícil, lo trabajamos juntos”.
Sin tolerancia contra la Ceteg
El gobernador Rogelio Ortega Martínez señaló que la tolerancia con los integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (Ceteg) se termina cuando de trasgrede la Ley.
“La tolerancia para mí es muy clara, donde termina de unos su derecho de libre manifestación, de petición de exigencias, de reclamos, pero cuando ya se violenta el derecho de otros, ahí es cuando nosotros intervenimos”, aseguró.
Recordó que su administración, incluso, ha colaborado con el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto para evitar que se comentan delitos contra instalaciones federales, como el Aeropuerto Internacional “general Juan N. Álvarez”, cuando había la intención de agredirlo.
“Acuérdense que la primera vez que quisieron incendiar el aeropuerto, en primera línea estuvo la policía estatal y fuimos nosotros los que nos tocaron los cocolazos”, sostuvo.
Resaltó que en el momento que arribó al gobierno estatal, había 46 municipios tomados por situaciones de índole social, sin embargo, a esta fecha “los podemos contar con los dedos de una mano”. DM