Científicos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) construye prototipos de robots caminantes para fabricar otros que puedan suplir al ser humano en tareas peligrosas o rutinarias, como el transporte de objetos o el rescate de personas atrapadas en zonas de incendio o sismos.
Los científicos del Departamento de Control Automático del Cinvestav desarrollaron algoritmos y sistemas electromecánicos que imitan las funciones biológicas que permiten al humano caminar de manera estable y mantenerse en pie, destacó en un comunicado el organismo perteneciente al Instituto Politécnico Nacional (IPN).
El líder del proyecto, Juan Manuel Ibarra Zannatha, explicó que el primer paso para fabricar estos autómatas es desarrollar el diseño mecánico y hacer formulaciones matemáticas que regirán su movimiento.
Comentó que ambas fases se completan con apoyo en equipos de cómputo que permiten hacer simulaciones realistas del desempeño que tendrá el robot mediante modelos geométricos, cinemáticos y dinámicos.
El siguiente paso es la optimización de los modelos, es decir, con los datos integrados, el sistema proporciona el tamaño óptimo para las extremidades de los robots, así como sus masas, agregó.
Ibarra Zannatha detalló que una vez que se ensambló al autómata, se debe evaluar el control automático individual de cada articulación para lograr el movimiento deseado, lo que requiere la operación de más de 20 motores al mismo tiempo en cada modelo.
Ya que los científicos deben medir la posición, aceleración y velocidad al principio y al final del ciclo de caminata, que nunca es idéntico.
“Hay que conseguir que los motores estén coordinados para que los robots realicen el movimiento adecuado y no vayan a caer al caminar. Esto requiere utilizar la información proporcionada por sensores de equilibrio, además de medir la fuerza con la cual el pie interactúa con el suelo”, precisó el investigador.
Los humanoides utilizan centrales inerciales, es decir, dispositivos electrónicos que miden velocidad, orientación y fuerzas gravitacionales que simulan a las que hace el oído interno de un humano, para que la computadora central del robot las procese y controle todas sus articulaciones, garantice la estabilidad de la marcha y así evitar las caídas.
Este equipo de investigación trabaja en el desarrollo de robots humanoides cuya aplicación principal es jugar futbol y ha participado en los torneos RoboCup 2009, 2010 y 2012, así como en los torneos FIRA 2011 y 2012, y en los Torneos Mexicanos de Robótica del 2009 al 2014.