Miguel Hidalgo es la quinta delegación con el menor número de población, con 372 mil 889 habitantes, y su superficie es de apenas el 3.17% del total del Distrito Federal; sin embargo, ocupa el segundo lugar a nivel local y el cuarto a nivel nacional en el Índice de Desarrollo Humano.
Su principal vocación es el comercio, servicios y oficinas, aunque también en su territorio hay fábricas de gran calado y alberga zonas de flujo metropolitano, como el Bosque de Chapultepec, la Terminal de Autobuses de Observatorio y museos como el de Antropología e Historia, Arte Moderno y del Niño.
En el Índice de Ingresos a nivel nacional, Miguel Hidalgo está sólo por debajo de la delegación Benito Juárez y compite con uno de los municipios más ricos del país: San Pedro Garza García, ubicado en Nuevo León.
Aporta más de 22.6% al Producto Interno Bruto (PIB) de la Ciudad, equivalente al 3% del PIB nacional, por encima de entidades como Aguascalientes, Baja California Sur, Durango, Morelos o Tlaxcala.
Al estar ubicada en la llamada Ciudad Central, que la conforma junto con Cuauhtémoc, Benito Juárez y Venustiano Carranza, su infraestructura vial y sistemas de transporte son de suma importancia para la movilidad intra e interdelegacional, así como metropolitana.
En horas pico, vías como Constituyentes, Circuito Interior, Periférico, Mariano Escobedo o Palmas se ven saturadas, por lo que, menciona el Programa Delegacional de Desarrollo Urbano, “resulta prioritario proponer políticas y acciones que coadyuven a una mejor movilidad”.
Sin embargo, Miguel Hidalgo es también un territorio de contrastes ya que alberga colonias con habitantes en condiciones de pobreza y con zonas inseguras; el Programas de Desarrollo Delegacional 2012-2015 dice que “la mayoría de la población (de la demarcación) presenta índices importantes de marginalidad, principalmente en el acceso a derechos sociales”.
Sobre la inseguridad se indica: “la incidencia delictiva en la delegación Miguel Hidalgo se concentra sobre todo en los delitos de alto impacto, que afectan a la población en general: Habitantes, Transeúntes, Visitantes, trabajadores y estudiantes”. Los focos rojos, por decir algunos, son Anáhuac, Tlaxpana, Tacuba, Pensil, Tacubaya y Reforma Social, entre otras.
Por todo lo anterior es que los partidos lanzaron a sus mejores cuadros en busca de quedarse con una de las delegaciones más importantes del Distrito Federal. Por el PRD, PT y Nueva Alianza va David Razú, quien tendrá la misión de mantener el territorio para el sol azteca.
En el Partido Acción Nacional (PAN) está Xóchitl Gálvez, quien trabajó en el sexenio de Vicente Fox como comisionada para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, por lo que presume tener capacidad para gestionar recursos a nivel federal.
En el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) está Héctor Vasconcelos, quien es hijo del ex rector de la UNAM, José Vasconcelos, y ha dirigido instituciones culturales como el Festival Internacional Cervantino además de haber desempeñado cargos diplomáticos.
Por PRI-PVEM, va la ex panista Laura Ballesteros, quien se dio a conocer por impulsar la Ley de Movilidad en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) y por mantener una agenda enfocada a la movilidad no motorizada.
También está el candidato independiente Arne Aus den Ruthen Haag, quien ya fue jefe delegacional en el 2000, cuando era militante del PAN, partido que dejó en 2011; asegura que lo que hace falta en la demarcación es talento y no grillos de los partidos.
Además están los candidatos de Movimiento Ciudadano, Vanessa Villarreal Montelongo, quien estuvo al frente del Comité Delegacional Ciudadano de Miguel Hidalgo en la administración de Víctor Hugo Romo; por el Humanista va Alejandro Vázquez.
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