En ocasiones, no hay necesidad de inventar un nuevo modelo de negocio para tener éxito. Innovar también puede implicar imitar y adaptar. Así lo han entendido los chinos con la empresa Alibaba. Este gigante asiático se ha construido y superado copiando modelos de éxito del mercado norteamericano, como eBay, Amazon, Paypal, Groupon, entre otros. Alibaba ha superado a empresas como Amazon, Facebook, Intel, IBM, y Microsoft, compitiendo de manera exitosa con los pequeños comercios en todo el mundo y amenazando el futuro de compañías muy grandes.

 

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China se dirige a una economía de mercado con una clase media de más de 600 millones de personas. En la filosofía china, la copia es un arte. No sólo no es sancionable culturalmente, sino que es fomentada por su gobierno con leyes proteccionistas y por las compañías internacionales que allá se han asentado exprimiendo a los trabajadores. La aceptación de márgenes bajos es compensada con la captación del know how para hacer las copias y venderlas. Ahora, el problema que tiene Alibaba es que opera desde China, lo que implica largos plazos de entrega, altas posibilidades de interceptación del paquete en aduanas, con los costes y tiempo que supone el trámite.

 

Alibaba fue creada por Jack Ma en 1999, y según las métricas, se ha convertido en la empresa de comercio electrónico más grande del mundo. Para hacerse una idea de la magnitud de su tamaño, su mercado podría equipararse al volumen de Amazon y el de eBay juntos. Tan sólo Alibaba, Taobao y Tmall aglutinan cientos de millones de usuarios, con también millones de comerciantes y negocios dispares, con 22 mil empleados, lo que supone 80% del comercio electrónico de China. Cada vez más, los usuarios chinos están confiando en sus teléfonos para comprar productos en línea, y la propia Alibaba tiene más de 275 millones de usuarios activos móviles. Después de su exitosa salida a bolsa en el mercado estadunidense se ha planteado llegar a lugares rurales de China con la iniciativa de desarrollo de smartphones de bajo costo, cerca de 50 dólares, adaptados a las necesidades del mercado chino, con un sistema operativo propio y un paquete de aplicaciones con todas las herramientas de Alibaba. Su objetivo es vender cerca de 30 millones de unidades durante este primer año.

 

Jack Ma escribió un acertado mail a sus empleados antes de salir en bolsa. En su mensaje, el CEO de Alibaba ya alertaba de grandes cambios en su compañía, prevenía contra la crueldad y las presiones que suponían los mercados, anunciaba un plan de acciones para los empleados, y les aconsejaba para que gastasen su dinero con prudencia, asegurándoles además que se mantendrían fieles a sus prioridades, identificadas como “el cliente primero, el empleado segundo, el accionista tercero”.

 

Varias de las webs de Alibaba, como Taobao, no son tiendas, sino mercados. Amazon, que nació siendo tienda también es en parte un mercado, si bien hay veces en que el vendedor es un tercero y otras es la propia Amazon. eBay nació siendo un mercado de subastas y sigue teniendo subastas, pero ha convergido parcialmente a mercados de precio prefijado. Alibaba, Amazon y eBay tienen su propia plataforma de pagos, y eso es algo que tiende a reforzar su posición como mercados, y no como tiendas. Quizás sea el futuro, que las grandes webs del comercio electrónico no sean tiendas, sino mercados que compiten a nivel de logística y a nivel de precios. Entonces, muchos vendedores harían simultáneamente sus ventas en diferentes mercados (Amazon, eBay, Taobao, etc).

 

El avance en el nivel tecnológico en China en los últimos 10 años la coloca en un nivel muy alto, lejos de toda previsión. Su esfuerzo en investigación y desarrollo en relación con el producto interior bruto, así como en el número de investigadores, solicitudes de patentes o grado de excelencia logrado por los centros de investigación chinos, la están situando cerca de los primeros puestos a nivel mundial, pisando los talones a Estados Unidos, Europa y Japón.