Seis enfermedades crónicas degenerativas que pueden prevenirse costaron al IMSS 71 mil 352 millones de pesos en 2013, una tercera parte de los recursos del seguro por enfermedades y maternidad.
De acuerdo con las proyecciones epidemiológicas y financieras del Instituto -recuperadas en el último informe sobre su situación financiera y riesgos que entregó al Congreso de la Unión y al Poder Ejecutivo- el gasto para atender y dar tratamiento a enfermos de diabetes, hipertensión arterial, insuficiencia renal, cáncer cérvico-uterino, cáncer de mama y VIH/SIDA, tendría un crecimiento de hasta 4% anual “durante los siguientes años”.
Este incremento en el gasto se explica tanto por el envejecimiento de la población y el incremento en la esperanza de vida como por la insistencia en estilos de vida poco saludables como la obesidad, el estrés laboral y el consumo de alimentos procesados.
“Contribuyen con cerca de la mitad de los Años de Vida Saludables Perdidos Ajustados por Discapacidad. Se caracterizan por ser de larga duración y progresión lenta, generalmente adquiridas por estilos de vida inapropiados, susceptibles de prevención y control. Debido a su complejidad, implican un alto grado de dificultad técnica y elevado costo de atención, por lo que ejercen presión en las finanzas institucionales y agravan la precaria condición financiera del Seguro de Enfermedades y Maternidad”.
Este diario consultó a la Dirección General de Comunicación Social del IMSS sobre la publicación de los próximos reportes y el impacto financiero de las enfermedades crónico-degenerativas en el presupuesto para este año, pero el Instituto no pudo responder inmediatamente.
En su reporte “Perspectivas del sector salud en México para 2015”, la consultora PWC advierte que esta transición epidemiológica a enfermedades crónico degenerativas implica retos principalmente para la medicina preventiva y curativa para los sectores público y privado.
La consultora internacional también considera que la infraestructura existente en el sistema de salud público es insuficiente derivado de las características demográficas y epidemiológicas de los mexicanos (la compactación de la población económicamente activa y la curva demográfica tendiente al envejecimiento progresivo de los mexicanos), por lo que es necesario abrir espacios para que la iniciativa privada participe en la atención de los derechohabientes del sector público.
“Los riesgos de hoy son el sobrepeso, la obesidad, glucosa en sangre y riesgos asociados a la dieta y sedentarismo. Hasta ahora se han observado acciones encaminadas a la atención de la enfermedad, consideramos que 2015 y a futuro abre oportunidades para fortalecer la atención de primer contacto y la prevención reduciendo la curva de costos asociados y aumentando la población atendida”, señala el reporte.