En cualquier foro que se presenta, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, presume que en creación de empleos y combate a la informalidad el país va en el rumbo correcto porque se han alcanzado logros inimaginables en tan corto tiempo. Pero cuando se analizan las cifras, como que no cuadran.

 

Dice el funcionario que en los últimos 12 meses, según los datos que ha hecho públicos el Instituto Mexicano del Seguro Social, se han creado 750 mil empleos formales, lo que representa un crecimiento anual del 4.5%, que es casi el doble de lo que ha crecido nuestra economía. ¡Qué bueno que la creación de empleos no es tan mediocre como el crecimiento económico!, diría cualquiera.

 

Cuando el secretario empieza a explicar el tema de los informales (que según datos oficiales suman unos 30 millones de personas en todo el país), como que se “le hace bolas el engrudo”.

 

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Parte importante del proceso de formalización es ampliar la base de contribuyentes; es decir, que aquellos que trabajan en la informalidad ingresen el cumplimiento de sus obligaciones fiscales, explica el secretario. Ahí se están dando pasos en la dirección correcta y presume: al cierre de 2014 había ocho millones más de contribuyentes en el sector formal que los que había al finalizar  2012. Y todo gracias a la simplificación para inscribirse en el Registro Federal de Contribuyentes. ¿De verdad piensa el secretario que alguien en su sano juicio le va a creer que en dos años ocho millones de “pecadores fiscales” se arrepintieron y dijeron: qué fácil resulta pagar impuestos, y empezaron a “entrarle con su cuerno”?

 

Bueno, es que además de la simplificación contamos con el Régimen de Incorporación Fiscal (RIF), que está diseñado para los pequeños contribuyentes, aquellas empresas o personas físicas con actividad empresarial que tienen menos de dos millones de pesos de ingresos al año ha contribuido a conseguir la cifra de los ocho millones, explica el secretario. A la fecha, cuatro millones 365 mil contribuyentes se han inscrito en este régimen, cifra que representa 800 mil más que los que había en el de los llamados REPECOs.

 

A ver a ver, si 3 millones 565 mil ya pagaban sus obligaciones fiscales y gracias al RIF hay 800 mil más, de dónde saca el secretario que al cierre del 2014 había ocho millones más de contribuyentes en el sector formal. Bueno, es que aún los contribuyentes más pequeños, muchos de los cuales estaban hacen unos meses en la informalidad, hoy están ya cumpliendo con sus obligaciones y  existen más de 12 millones de declaraciones fiscales que vienen de los pequeños contribuyentes, inscritos en el Régimen de Incorporación Fiscal y que son parte de esta estrategia fundamental para el crecimiento, que es “Crezcamos Juntos”, que tiene como propósito darle valor a la formalidad, documenta el funcionario.

 

¿Por fin, son ocho millones más de contribuyentes o 12 millones secretario?, preguntan los fiscalistas bisoños.

 

Según Videgaray, todas estas cifras –algunas medio maquilladas  y confusas– apuntan a que estamos caminando en la dirección correcta, que es vencer el fenómeno de la informalidad.

 

Y si seguimos por el mismo camino, al final del sexenio ya no habrá informales en el país, pues en los cuatro que faltan para concluir la administración podrían inscribirse 16 millones más, agregan los observadores. ¡Y todo será felicidad!

 

Sin embargo, la semana pasada el secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, pareció cuestionar las cifras mágicas del combate a la informalidad, cuando dijo: “Reconocer avances obliga también a señalar los enormes retos que tenemos por delante. No podemos cerrar los ojos, por ejemplo, ante el hecho de que hoy, sólo cuatro de cada 10 trabajadores son beneficiarios de la protección social que brindan estas instituciones. El reto para nuestra generación, es construir nuevos esquemas que permitan ensanchar la protección social y lograr la inclusión de ese 60% de trabajadores que lamentablemente y a pesar de avances descritos que no se discuten, no pertenecen a una empresa formal”.

 

¿Se refirió a los informales?, preguntan los curiosos.