SAN FRANCISCO.  El presidente de Esados Unidos, Barack Obama, defendió hoy el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) que involucra a Estados Unidos y once países de América Latina y Asia, y que definió como el tratado comercial “más progresista” de la historia.

 

El presidente estadunidense, que pronunció un discurso en la fábrica de la firma deportiva Nike en Beaverton (Oregón), insistió en que el acuerdo, que deberá ser ratificado por el Congreso de su país, incluye estándares “muy rigurosos” en materia medioambiental y protección de los derechos de los trabajadores.

 

“El TPP en el que estamos trabajando refleja los más altos estándares”, afirmó Obama, quien añadió que es “el acuerdo comercial más progresista de la historia”, idea que repitió varias veces durante su discurso.

 

El mandatario hizo hincapié en que el tratado obligaría a países como Vietnam a mejorar las condiciones laborales, lo que incluiría el aumento del salario mínimo, algo que, dijo, beneficiaría en última instancia a las empresas estadounidenses.

 

“Cuando las reglas son justas, ganamos”, dijo Obama, quien insistió en que el acuerdo ayudaría tanto a las empresas como a los trabajadores estadounidenses a competir en la economía global.

 

Explicó que en última instancia permitirá a Estados Unidos, “uno de los mercados más abiertos del mundo”, acceder en igualdad de condiciones a otros países que ahora ponen barreras a sus productos como Japón.

 

Reconoció que el acuerdo tiene críticos, muchos de ellos en las filas de su propio partido, pero subrayó que el único motivo por el que defiende el acuerdo es porque está convencido de que “es bueno para los trabajadores y las empresas estadunidenses”.

 

“Creo que en este asunto algunos de mis queridos amigos están equivocados”, señaló Obama.

 

Se espera que la próxima semana el Senado estadunidense comience a debatir la legislación conocida como “fast track” (vía rápida) o Ley de Promoción del Comercio, que allanará el camino para negociar acuerdos comerciales como el TPP.

 

De salir adelante, permitiría que si Obama cumple en las negociaciones unos parámetros preestablecidos por el Congreso, los tratados no podrían ser enmendados por el Legislativo, sólo aprobados o rechazados.

 

El objetivo fundamental del texto, que en principio tendría una validez de tres años, sería lograr de manera más expedita la entrada en vigor del TPP y otros posibles pactos comerciales, como el Acuerdo Transatlántico para el Comercio y la Inversión (TTIP), que EU negocia con la Unión Europea.

 

A diferencia de lo que ha sido la dinámica habitual de la legislatura, Obama ha encontrado en esta cuestión el apoyo de la mayoría republicana en el Senado y la Cámara de Representantes.

 

Sin embargo, el mandatario ha tenido la oposición de gran parte de la bancada demócrata, encabezada por influyentes izquierdistas como Harry Reid y la senadora por Massachusetts Elizabeth Warren.  DEC