La violencia registrada el pasado 1 de mayo en Jalisco y el ascenso del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) sugiere que el enfoque del gobierno de México, que prioriza eliminar a “objetivos de alto valor”, sólo funciona en algunas partes, por lo que requiere una nueva estrategia contra el crimen señaló el semanario británico The Economist.
En el artículo titulado May Day mayhem (Caos del 1o. de mayo) la publicación destaca que de acuerdo con críticos en la materia, la estrategia de ir tras los grandes capos rompe las organizaciones en grupos más pequeños que pueden ser igualmente destructivos.
“Tienen menos capacidad de mover grandes cantidades de drogas y evitar la adopción de las fuerzas federales. Pero explotan y controlan algunas comunidades con ferocidad desenfrenada, y se basan en la complicidad de los políticos y las empresas corruptas”.
Considera que la aparición y auge del CJNG deja una lección a revisar, y es que “los nuevos gigantes pueden formarse a partir de los restos de los grupos derrotados”.
Refiere que el cartel Guerreros Unidos, grupo señalado como el que conspiró con la policía municipal de Iguala para la desaparición en septiembre de 43 normalista de Ayotzinapa el pasado 26 de septiembre, se originó en la desintegración del otrora poderoso cártel de Los Beltrán Leyva.
La semana pasada, diversos actos de violencia, entre ellos el derribo de una aeronave del Ejército, dejaron al menos 16 muertos, entre ellos siete militares y una agente de la Policía Federal
“El caos del Primero de Mayo fue uno de los actos más dramáticos de desafío por las bandas de narcotraficantes”, señala la publicación.