Siendo acomodador del Teatro Amaya, el fotógrafo Asier Rúa (San Sebastián, 1985) descubrió que otro Madrid era posible lejos de las imágenes icónicas de la Gran Vía o de la Puerta de Alcalá, y decidió plasmar retratos de espacios “interiores”, desconocidos algunos y otros que, a primera vista, pasan desapercibidos.
Cuenta que su libro, “Madrid Interior”, surge hace siete años cuando empezó a hacer las primeras fotos. “Entonces trabajaba como acomodador y pedí permiso para realizar fotografías del vestíbulo del Teatro Amaya. Me parecía muy bonito, y empecé a fijarme y a descubrir que había sitios preciosos”, en Madrir, y totalmente desconocidos, dice a Efe Estilo Rúa, especialista fotografía de interiores en revistas especializadas.
Boca a boca
Ahí comenzó su búsqueda por sitios ya conocidos, después llegó una andadura por “barrios”, y como enlace fundamental el “boca a boca”, que confiesa que le ayudó mucho a descubrir un mundo interior en el que parkings, casa de grandes personajes y, otras de nombres desconocidos han quedado reflejadas en este libro con un nexo en común, “el color”.
En las 93 fotografías de “Madrid Interior” ha intentado “focalizar” una guía espacios con mucho color, el “hilo conductor” de una pluralidad en la que hay cines, teatros, salas de fiestas y casas a través de los que también se puede ver la ciudad.
Desvela que el espacio que más le ha sorprendido ha sido el estudio-oficina de Ágatha Ruíz de la Prada. “Descubrí un universo mayor del que esperaba. Descubrí a una gran creadora”, confiesa mientras desgrana que todo lo que vio, “bolígrafos, el pomo de las puerta o el papel pintado de las paredes”, estaba creado por la diseñadora.
Madrileño de adopción, afirma que su intención no es dar continuidad a esta edición, aunque “San Sebastián es una de las ciudades que más conozco” y sería la “siguiente” en plasmar en imágenes, concluye.