El gobierno mexicano flexibilizó los requisitos para las empresas que deseen explotar hidrocarburos en 26 campos petroleros, lo que permitirá por primera vez a firmas mexicanas como Carso Oil & Gas, Petrobal, Grupo Alpha, Grupo México, Diavaz, entre otras, incursionar en la tercera convocatoria de la Ronda que según cálculos oficiales, implicará una inversión de 620 millones de dólares en los próximos cinco años.

 

A mediados de diciembre pasado, al darse a conocer las bases de la primera convocatoria, los dirigentes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) criticaron que las restricciones de capital y experiencia que estableció la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) relegaban a empresas nacionales, por lo que anunciaron que buscarían un diálogo con el gobierno para revisar algunas cláusulas de los modelos de contrato.

 

Así, de acuerdo con lo informado este martes por la Comisión Nacional de Hidrocarburos, el monto del capital contable requerido para esta tercer convocatoria se redujo a cinco millones de dólares para explorar y explotar 22 de los campos terrestres –los de menor tamaño-, y a 200 millones de dólares para los cuatro restantes -con mayor capacidad-.

 

En las dos primeras convocatorias de la Ronda Uno para proyectos en aguas someras, el gobierno federal exigió a las empresas interesadas contar con al menos mil millones de dólares de capital contable, y 10 mil millones de dólares en activos, por lo cual sólo empresas de la talla de Pemex, ExxonMobil, Chevron y Statoil, entre otras, tuvieron la oportunidad de ingresar al proceso.

 

Para esta tercera convocatoria, la primera para campos terrestres, el costo de producción por barril se ubica en 15 dólares, mientras que en las dos primeras convocatorias para aguas someras el costo de producción es de 20 dólares, un margen que mejor pueden absorber las petroleras internacionales.

 

Otra de las facilidades que el gobierno federal otorgará pensando en las empresas mexicanas será que no se exigirá experiencia previa en proyectos a gran escala.

 

En las dos primeras convocatorias se requería experiencia en tres proyectos con una inversión de mil millones de dólares, mientras que en esta tercera licitación sólo se solicitará experiencia de 10 años al personal gerencial que maneje el proyecto, y de cinco años en materia de seguridad industrial.

 

Otras de las novedades para los 26 campos terrestres que se licitarán en la tercera convocatoria es el modelo de contratos por licencia, con el cual las empresas pagarán con regalías el derecho de explotar pozos petroleros, lo que ofrece menores costos y complejidad administrativa, a diferencia de los contratos de producción compartida, que se usarán en las primeras dos licitaciones.

 

“En estos campos terrestres que suelen ser de menor tamaño, se toma la decisión de utilizar campos de licencia que tienen una complejidad administrativa menor. Son campos en los que los contratistas necesitan una mayor flexibilidad operativa y administrativa”, dijo en conferencia, Miguel Messmacher, subsecretario de ingresos de la Secretaría de Hacienda.

 

De acuerdo con el funcionario, estos contratos de licencia propiciarán una mayor competencia entre las empresas interesadas en los campos terrestres, por lo que intentarán ofrecer los proyectos que más paguen regalías e inversión al Estado para ganar los contratos, maximizando los ingresos petroleros.