Pues vaya rollo kilométrico que se tiró el presidente consejero del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova, para explicar y casi pedirle perdón al Partido Verde Ecologista de México por haberle impuesto lo que él mismo calificó como “la tercera multa más importante de la historia democrática de este país”.
La fiscalización es uno de los pilares sobre los que se ha construido el modelo electoral mexicano, empezó explicando Lorenzo. En 1993 se introdujeron, por primera vez, las reglas básicas sobre las que se finca un sistema de control de los ingresos y gastos que, con el tiempo y al paso de sucesivas reformas electorales, se fue asentando y paulatinamente robusteciendo.
Desde entonces se estableció la figura de los topes de gasto de campaña, las modalidades que tendría el financiamiento público y, por primera vez, los límites del financiamiento privado, así como los entes que están impedidos para hacer aportaciones, en dinero o en especie, por sí mismos o por interpósita persona, a los partidos políticos. (Lo que no dijo fue que, al igual que ahora, varios partidos políticos se “saltaban las trancas” o, lo que es lo mismo, rebasaban los topes y nadie les hacía nada).
La reforma de 1996 supuso un fortalecimiento de las tareas de fiscalización. A partir de entonces, el IFE dejó de ser una autoridad cuyas atribuciones estaban restringidas a revisar y dictaminar los informes que los partidos políticos le presentaban y pasó a contar con cuerpos profesionalizados en las tareas de auditoría y a tener facultades para auditar, requerir información, realizar compulsas y confrontas, pedir informes especiales, etcétera.
Fue bajo ese marco que el IFE pudo resolver (no sin tener que ir en contra de inercias y resistencias que lo llevaron a tener que litigar la vigencia y efectividad de sus atribuciones ante tribunales, incluso ante la SCJN) los célebres casos de “Pemexgate” y “Amigos de Fox” que conllevaron las sanciones más altas a partidos en la historia de las democracias modernas, ilustró Lorenzo. ¿Y realmente los partidos políticos que participaron en esas célebres marrullerías políticas pagaron sus multotas? Preguntan los bisoños.
En su alocución se detuvo brevemente pare precisar que la trama de financiamiento ilegal que articulaba el caso “Amigos de Fox”, incluía entre los muchos ilícitos comprobados la aportación a la campaña presidencial de Acción Nacional, de un monto cercano a tres millones de pesos por parte del grupo parlamentario de ese partido en el Senado. ¡Pero qué necesidad de detallar y recordar el penoso asunto! Le pudo haber dicho Maderito.
Posteriormente, Córdova expuso el asunto: El proyecto que propone la tercera multa económica más alta de nuestra historia democrática: 322.4 millones de pesos al Partido Verde Ecologista de México por, uno, haberse beneficiado de una aportación de 109.7 millones de pesos de la fracción parlamentaria de dicho partido en el Congreso de la Unión, y un grupo adicional de legisladores, y dos; porque esos recursos contribuyeron a la propaganda destinada a promocionar al Partido en los medios de comunicación, beneficiándose indebidamente con la difusión de 293, 321 promocionales a través de 42 concesionarios de televisión abierta, de 6 de televisión restringida y una radiodifusora.
El consejero presidente del INE no quiso terminar su larga explicación sin señalar “que la autoridad electoral aplica y aplicará la ley sin distingo o consideración política alguna, sin filias, ni fobias partidistas, y con base exclusivamente en las pruebas que obran en cada expediente y en los preceptos legales y los principios que rigen la función electoral y las contiendas democrática. En ese sentido, insisto, sin dedicatoria alguna, el INE debe actuar con firmeza, frente a las violaciones a las reglas del juego político”.
¡No seas timorato Lorenzo; sácale la roja al Verde! ¡Expúlsalo! Le gritan los espectadores.
AGENDA PREVIA
La preguntan al diputado Manlio Fabio Beltrones: ¿Qué le parece el ex presidente Felipe Calderón haciendo campaña después de los resultados que tuvo como Presidente de la República? Y responde:
Es muy legítimo su derecho de un ex presidente hacer campaña política por su partido. A muchos de nosotros nos hubiera gustado que se conservara como debe ser un ex presidente, pensando en México, más que en los partidos políticos. Ya debió haber ocupado una etapa superior de su vida en ese momento. No ha sido muy afortunado en su diagnóstico. Hace tres años le apostó a Josefina Vázquez Mota y perdió. Pero eso es otra cosa mariposa, quiso decir.
Otra Pregunta: ¿Qué va a hacer cuando concluya la Legislatura Federal? ¿Competirá por la presidencia del PRI nacional o se va a ir a su casa? A lo que contestó:
Lo mío, lo mío, es la política, y es la política partidaria. Y un militante de un partido político siempre considera un privilegio poder participar para ser el dirigente nacional de su partido. Eso se registrará en agosto. Por lo pronto no puedo decirles algo distinto a lo que es obvio: Sí me gustaría ser presidente del partido. Pero esa no es mi obsesión, esa es mi ilusión.