MADRID. Al Real Madrid le viene que sus bestias tengan un tanto de la sazón de casa. Alguna vez fue Fernando Morientes, del Mónaco, el verdugo surgido de la cantera blanca el que los echó de la Champions.

 

Ayer, el nombre de la bestia blanca fue Álvaro Morata, autor del empate a un gol de la Juventus, en el Bernabéu; que le bastó al cuadro italiano para eliminar con el 3-2 global a un cuadro albo sin imaginación, empecinado en creer que Benzema, inactivo durante 30 días, les salvaría la calificación. No fue así, Ancelotti se tendrá que ir en blanco este año, pues que con su “Benzema” se lo coma, ya gritan en Madrid.

 

Duró poco la alegría en la casa blanca. Y es que se las prometía muy felices el Real Madrid cuando Cristiano puso a los blancos por delante en la eliminatoria, tras marcar desde el punto de penalti. El portugués no falló y aprovechó un grave error de un Chiellini que derribó a James, cuando al colombiano se le hacía de noche en el área visitante.

 

Pero la Juve no se descompuso y mantuvo el libreto de Allegri. La recompensa fue el gol de Morata en el inicio del segundo tiempo, cuando Sergio Ramos dejó un balón huérfano que terminó por enmudecer el Bernabéu.

 

No había más qué hacer. Desde la banca local vino Chichcharito al campo a luchar, a generar espacios y ceder oportunidades a sus compañeros, pero no tuvo tiempo suficiente. El Madrid murió empecinado en sus cero variantes, cero opciones ofensivas que no se llamen Cristiano, Bale y Benzema.

 

El equipo de Ancelotti se colapsó y la Final comenzó a completar a su rival italiano. Incluso la Juve pudo dar el golpe definitivo en un remate a placer de Marchisio que, sin embargo, se topó con una intervención milagrosa de Casillas que permitió al Madrid soñar todavía con Berlín, pero el conjunto blanco se vio en la misma situación que ante el Valencia, sólo que en esta ocasión le fallaron las fuerzas. Todavía Pogba los perdonó.

 

Blanco Madrid, como año blanco de títulos, mientras el acérrimo rival espera, en Berlín el próximo 6 de junio, a la mítica Juventus del gigantesco Buffon.