El ex jefe de gobierno del DF, Marcelo Ebrard Casaubón, está viviendo una lenta agonía política –que él cree que será resurrección–, con la ayuda del consejero presidente del Instituto Nacional Electoral.
En su desesperación por sobrevivir y por conseguir inmunidad para que no lo vayan a mandar al “fresco bote” por el asunto de la Línea 12 del Metro –el informe de la Comisión Especial de la Cámara de Diputados llegó a la conclusión de que Ebrard y algunos de sus colaboradores pudieron haber incurrido en delitos como “uso indebido de facultades, ejercicio abusivo de funciones y peculado”–, el Carnal Marcelo está dispuesto a aceptar cualquier cargo de elección popular.
Y para sorpresa de los analistas bisoños, el consejero presidente del INE y algunos de sus consejeritos le dieron el miércoles pasado respiración de boca a boca para que “no colgara los tenis”. Lorenzo Córdova se brincó las trancas del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, y por sus pistolas y las de otros seis consejeritos del INE, aprobó el capricho de Ebrard para llegar a la Cámara de Diputados como legislador suplente impulsado por el partido Movimiento Ciudadano.
Para algunos analistas, importa muy poco que Marcelo se cuele a San Lázaro en calidad de “Juanito”. Allá él y su mala cabeza, porque no tuvo respeto por su trayectoria. Para los observadores políticos objetivos, lo que de verdad importa en el escenario político nacional es que el presidente del INE también le haya perdido el respeto a su cargo.
¿Cómo justificar que el árbitro electoral permita que un político –o ex político– se salga con la suya y ponga de rodillas al INE? El sainete que armó Córdova con el “Caso Ebrard” es tan absurdo como si un árbitro de fútbol autorizara que, en el mismo partido, entrara a la cancha en los tiempos extra un jugador que hubiese sido expulsado durante el tiempo reglamentario.
Lo humillante para la sociedad y para quienes están participando en la contienda electoral, es que Lorenzo argumente que no le podía quitar sus derechos ciudadanos y políticos al Carnal, además de cuestionar la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que no le dio el registro como diputado titular. ¡Ah, pero el tribunal no especificó que tampoco podría ser suplente! Dice Córdova en tono burlón.
¡Y qué quieren!, exclaman los mismos observadores. Acaso no se han dado cuenta que el presidente del INE es infinito en sus excesos; que ha ido acumulando otras muchas sandeces, entre ellas la de reconocer que la ciudadanía no tiene confianza en ese organismo electoral.
Por cierto que en el asunto de las multimillonarias multas al Partido Verde Ecologista de México por irregularidades en sus actos de campaña, la pregunta que se hacen no sólo otros partidos políticos sino quienes están pensando en votar el próximo 7 de junio es: ¿Por qué no ha hecho lo mismo en el caso de Morena, cuyo dueño sigue muerto de risa apareciendo en todos los spots de ese partido, en plena campaña de posicionamiento para que en las boletas electorales de 2018 aparezca su nombre, Andrés Manuel López Obrador, como candidato presidencial?
La respuesta estulta del presidente del INE es la siguiente: ¡Pues porque nadie ha denunciado esos actos anticipados de campaña!
Total, que no hay manera de defender la gestión lamentable de Lorenzo Córdova Vianello. ¡Y lo que falta!
AGENDA PREVIA
Pedro Silvino Xavier Lazcano Díaz, tomo posesión como director general de la paraestatal Exportadora de Sal, S.A. (ESSA), empresa localizada en Guerrero Negro, Baja California Sur, donde opera la salina más grande del mundo, con una capacidad de producción superior a los ocho millones de toneladas anuales.
También opera las instalaciones de carga en Isla de Cedros, Baja California, con capacidad para recibir y cargar barcos hasta de 180 mil toneladas. Exportadora de Sal es una coinversión entre Fidecomiso de Fomento Minero y Mitsubishi Corporación.