SANTIAGO DE CHILE. La que parecía ser una manifestación más en el siempre convulso ámbito educativo acabó en una tragedia.
La marcha fue convocada por el Colegio de Profesores, la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) y la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones) y partió con casi una hora de retraso, luego que los dirigentes ofrecieran una conferencia de prensa en las dependencias de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), donde reafirmaron su rechazo a la conducción que ha tenido la reforma educativa.
Pasadas las 11 de la mañana los manifestantes se reunieron en la céntrica Plaza Italia de Santiago para desplazarse por la Alameda, la principal avenida de la capital chilena, portando banderas y pancartas con sus exigencias.
La marcha transcurrió con total normalidad por la Alameda y fue tal la convocatoria, que mientras la cabeza de la marcha se encontraba a la altura de la casa presidencial, La Moneda, el final de la misma permanecía en la plaza Baquedano, es decir, a unos cinco kilómetros de distancia. Los organizadores cifraron la concurrencia en 150 mil mientras que la policía local estimó en 50 mil a los estudiantes.
Según las primeras versiones, los jóvenes, de 18 y 25 años, estaban pintando con espray la puerta de una casa al término de la manifestación cuando el dueño del inmueble se dio cuenta y empezó a discutir con ellos.
Varios testigos del incidente relataron que el hijo del dueño de la vivienda salió a la calle con una pistola y efectuó los disparos que causaron la muerte de los jóvenes.
Uno de ellos recibió un disparo en el cuello y el otro en el tórax. Ambos fueron trasladados al hospital Carlos Van Buren de Valparaíso, aunque los médicos no pudieron hacer nada para salvarles la vida. El responsable de los disparos es un joven de unos 20 años y fue detenido por la policía.
El ministro del Interior, Jorge Burgos, condenó el doble asesinato y anunció la designación de un fiscal especial para investigarlo.
«El Gobierno no tolera ni tolerará acciones de esta naturaleza que pongan en riesgo la vida y a la vez garantiza el libre ejercicio de marchas que convoca la ciudadanía», sostuvo Burgos, quien subrayó que, según los primeros indicios, el autor de los disparos no tiene ningún vínculo con la policía que vigilaba la manifestación.
Burgos dijo que existen distintas hipótesis sobre el origen del tiroteo, aunque ninguna justifica la reacción del agresor, que actuó con una «desproporción absoluta».
La muerte de los jóvenes ocurrió cerca de la Plaza Victoria, en Valparaíso, al término de una manifestación convocada en varias ciudades de Chile por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech).
Abollada la corona de Bachelet
La movilización se organizó luego de que los profesores rechazaran el proyecto de ley de carrera docente planteado por las autoridades y a poco días de que Bachelet dé su cuenta pública ante el Congreso el 21 de mayo, plazo en el que debiera presentarse la nueva iniciativa de educación pública que retira la tutoría de los colegios desde los municipios.
«Nos preocupa el incumplimiento de los plazos que el propio gobierno se impone», dijo la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), Valentina Saavedra, aludiendo a que aún no se ha iniciado el trámite de proyectos relevantes como la desmunicipalización y la gratuidad en las universidades.
Los estudiantes acusan al gobierno y, en particular al ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, de no haber escuchado las demandas de los actores sociales.
La reforma a la educación es una de las principales promesas de campaña de la presidenta Bachelet y se centra en mejorar su calidad, eliminar la selección de alumnos y garantizar la gratuidad en todos sus niveles. Se trata de la joya de la corona de Bachelet.
Durante el primer año de mandato se aprobaron los proyectos que ponen fin al lucro, a la selección y al copago en los establecimientos que reciben subvenciones del Estado.
Sin embargo, por delante vienen las iniciativas más controvertidas que son los que pretenden devolver la administración de los colegios públicos que actualmente está en manos de los municipios al Estado; y un sistema de gratuidad progresiva en la enseñanza universitaria.
El gobierno enfrenta esos desafíos en momentos en que la popularidad de Bachelet a caído a cerca de un 30 % y cuando la mandataria acaba de realizar un profundo cambio de gabinete, en medio de escándalos de corrupción.
Fallece niña que pidió ayuda a presidenta
Valentina Maureira, la joven chilena de 14 años enferma de fibrosis quística que en febrero pasado pidió la eutanasia a la presidenta Michelle Bachelet, falleció como consecuencia de la enfermedad.
La familia de la joven confirmó el deceso, que se produjo, según dijeron, debido al agravamiento de su estado de salud.
Valentina colgó en febrero pasado un vídeo en su cuenta de Facebook en el que señalaba estar «cansada de vivir con esta enfermedad» y le pedía a Bachelet autorización para que le pusieran una inyección que la dejara «dormida para siempre».
El caso reabrió en Chile el debate sobre la eutanasia, aunque el Gobierno rechazó entonces la solicitud de la enferma, porque la normativa vigente no lo permite.
En esa oportunidad, Bachelet visitó a Valentina en el hospital donde estaba ingresada para dar su apoyo a la joven y a su familia.