Dicen los que dicen que saben, aunque en realidad saben muy poco, que existe un pleito sordo entre el presidente Enrique Peña Nieto y el diputado federal Manlio Fabio Beltrones, coordinador de la bancada del PRI en San Lázaro, pleito supuestamente recrudecido por el autodestape del sonorense como aspirante al liderazgo nacional de su partido.
La realidad es que no existe ni existirá tal enfrentamiento. En primer lugar porque no conviene a los intereses políticos de los supuestos contendientes, y en segundo lugar porque si Peña Nieto comprara el encontronazo con Beltrones pondría en riesgo la estabilidad y la unidad en el seno de su partido. Por otra parte, si Manlio Fabio se subiera al ring llevaría todas las de perder, porque ningún priista en su sano juicio apostaría su futuro a la frágil carta de retar al Presidente de la República.
La última ocasión en que se produjo, en el pasado reciente, una pugna abierta entre militantes distinguidos del PRI y el Presidente de la República, fue en 1987, recuerdan los observadores políticos, fue cuando Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Porfirio Muñoz Ledo, entre otros, pretendieron disputar a Miguel de la Madrid Hurtado el sagrado derecho al dedazo para designar al candidato presidencial priista para las elecciones de 1988, que resultó ser Carlos Salinas de Gortari.
El resultado final del pleito ganado por De la Madrid obligó a sus adversarios internos a renunciar a su militancia priista y fundar posteriormente el Partido de la Revolución Democrática.
No será ese el caso de Manlio Fabio Beltrones. Si alguien conoce a fondo las reglas no escritas del juego priista, es él. En el seno del PRI -tanto en el viejo partido hegemónico del siglo XX, como en el neo PRI del siglo XXI- no se mueve la hoja de un árbol sin la voluntad del Presidente de la República.
Después de todo el futuro político del “Jefe de Jefes” no está amarrado a la posibilidad de encabezar al partido en el poder federal, y él lo ha dicho para que no haya dudas de su posición: “Ser dirigente nacional del PRI es mi ilusión, no mi obsesión.”
Lo cierto es que Manlio Fabio Beltrones Rivera es un activo político priista, y no es previsible que su escenario futuro sea la “banca”, porque tiene mucho que aportar tanto al PRI como al gobierno federal. El diputado sonorense ya puso sus cartas sobre la mesa en espera de que el dirigente real de su partido ponga las suyas.
AGENDA PREVIA
El secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, trae el santo de espaldas. Todavía no cierra el asunto del “trenecito del chocolate exprés” con los chinos, y ahora le explotó la nave espacial que transportaba un satélite mexicano para ponerlo en órbita. El satélite Centenario tuvo un costo de entre 390 y 400 millones de dólares; 300 para su construcción y 90 para el lanzamiento. Y aunque el señor secretario afirmó que la dependencia tomó la provisión de contratar un seguro comercial de cobertura amplia, que garantiza la recuperación del ciento por ciento de lo invertido, hay quienes comentan: No vaya a ser como el seguro de las coberturas petroleras, que primero nos dijeron que estaban garantizados toooooodos los ingresos, y luego nos enteramos que nada más había sido la mitad.
Ya estuvo suave -como se decía antes-, o ya chole -como se sigue diciendo en la actualidad-, don Gerardo debería colgar los guantes y retirarse del servicio público antes de que le dé la puntilla a su Secretaría. Y si insiste en aferrarse el cargo, pues entonces que se vaya a… ¡Catemaco para una limpia! No vaya a ser que en una de esas se le caiga el proyecto del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México.
¡Mejor cállate, Sergio! Le gritan al director general de OHL México, quien dijo: Las pláticas telefónicas en que se escucha a directivos de OHL discutir los chanchullos, perdón, los planes para elevar las cuotas de peaje en sus autopistas urbanas, se refieren a un plan nunca adoptado por la empresa que fue elaborado por empleados de bajo rango. ¿O sea que en esa compañía le piden al personal de mantenimiento de las autopistas planes tan importantes como incrementar las tarifas?