SALGAR, Colombia. Al menos 58 personas murieron el lunes cuando un río crecido por fuertes lluvias arrasó las viviendas de una localidad colombiana en medio de la noche, tras lo cual varios niños han quedado huérfanos.

 

El desastre ocurrió alrededor de las 3 de la mañana en la localidad de Salgar, en el departamento de Antioquia, a 265 kilómetros al noroeste de Bogotá.

 

Carlos Iván Márquez, jefe de la Unidad Nacional de Desastres, informó a The Associated Press que «han muerto 58 personas y 37 resultaron heridas, más de 31 casas destruidas y un número no determinado de desaparecidos».

 

Por su parte, el presidente Juan Manuel Santos dijo que «tenemos información de que varios niños se quedaron sin sus padres, que están solos; el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar envió personal para el cuidado de estos menores y los vamos a ubicar en un sitio especial».

 

Diego Agudelo, de 34 años, relató por teléfono a la AP desde Salgar que, cuando despertó, el agua se estaba llevando la parte trasera de su casa. «Era piedras y palos por todas partes. Impresionante la fuerza del río», dijo. Agregó que el río creció de pronto y «empezó a recoger todo lo que veía a su paso».

 

Agudelo, que trabaja como albañil, explicó que entre las víctimas «hay de todo: ancianos, niños, mujeres». Las casas que se llevó el río estaban bien construidas, «pero la avalancha arrasó con todo».

 

En tanto, Luz María Urrego, de 74 años, relató que su hermano murió con toda su familia, excepto su esposa. «Murió con los hijos, con los nietos y también murió una hermana mía». Urrego se salvó porque estaba en Medellín, la segunda ciudad en importancia de Colombia ubicada a 250 kilómetros al noroeste de la capital.

 

Otros sobrevivientes señalaron a la estación Blu Radio que se despertaron tras un fuerte estruendo y por los gritos de los vecinos. Muchos apenas pudieron reunir a sus seres queridos y salir del paso del torrente de piedras y lodo que ocupó el lugar de sus casas en la quebrada La Liboriana.

 

Cuerpos llevados a Medellín

 

Las autoridades de manejo de desastres y los helicópteros de la policía se apresuraron a llegar al lugar bajo las órdenes del presidente.

 

El mandatario arribó a la población para ponerse al frente de la emergencia y dijo que el Estado reconstruiría las viviendas de las personas que quedaron sin hogar. «Aprovechemos esta circunstancia tan triste para sacar esa fortaleza que ustedes tienen, ese temple, y a la larga salir mejor como lo estábamos antes», manifestó.

 

El acueducto del pueblo quedó parcialmente destruido y también será reconstruido, señaló el jefe de Estado.

 

El pueblo se quedó sin agua. Fueron suspendidos los servicios de gas y energía eléctrica, y los familiares de cada una de las víctimas recibirán como indemnización 16 millones de pesos (6,620 dólares).

 

Los cadáveres fueron trasladados a Medellín toda vez que la morgue de Salgar no tiene capacidad para recibir a todos. Se declaró calamidad pública en el municipio.

 

La gente busca desesperada a sus seres queridos, en tanto que un carro del cuerpo de bomberos fue habilitado para transportar a cinco cadáveres.

 

El general José Ángel Mendoza, la autoridad policial en la zona, señaló que destrucción del acueducto provocó inundaciones incluso en las partes menos peligrosas del pueblo, y solicitó a las autoridades el envío de agua y alimentos para lidiar con la emergencia.

 

El pueblo de 18 mil habitantes se ubica en una de las principales regiones cafetaleras de Colombia. El expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), quien pasó gran parte de su infancia en Salgar, llegó al poblado para acompañar a sus paisanos y llamó a las empresas públicas y privadas que colaboren para tratar de paliar los daños.

 

En noviembre de 1985 otro alud mató a más de 20 mil personas en el municipio colombiano de Armero, en el departamento de Tolima y a unos 100 kilómetros al noroeste de Bogotá