Generalmente, los infartos ocurren cuando una persona está sola. Los primeros auxilios pueden, incluso, resultar determinantes para salvar la vida. Agustín Villarreal, jefe del departamento de hospitalización y coordinador de comunicación social del Instituto Nacional de Cardiología, enlistó una serie de recomendaciones que deben seguir los pacientes, en caso encontrarse solo.
Uno de los primeros pasos es reconocer los síntomas. De acuerdo con el especialista, las manifestaciones más frecuentes son: dolor en pecho (parte central), sensación de cansancio importante, condición de falta de respiración y exceso de transpiración. Sin embargo, según Villarreal, los síntomas pueden variar en cada caso.
“Pueden existir casos donde no hay dolor o irradiación en cuello y, en ocasiones, puede llegar acompañado de vómito. Son muchas variaciones, pero lo más importante es el dolor precordial”, dijo en entrevista con 24 HORAS.
En caso de presentar estas manifestaciones y encontrase solo, el médico del Instituto Nacional de Cardiología, recomienda: dar un masaje o ligero golpe en la parte central del pecho, con el propósito de hacer una reanimación cardiaca.
El segundo paso es mantener la calma y colocarse en posición vertical (recostado). Esta acción, facilita la respiración a la persona. “Además, con esto se eliminan los factores de riesgo. Es decir, si se encuentra de pie, se busca evitar que tenga un golpe”, afirmó Villarreal.
Una vez en esta posición, debe comenzar a realizar respiraciones profundas para, posteriormente, tratar de ingerir medicamento que ayuda a la estabilización. “Eventualmente, las personas de la tercera edad ya toman un poco de Aspirina. En caso de presentar síntomas de infarto se recomienda ingerir un par de pastillas de este medicamento, para tratar de que la sangre circule con más facilidad”, enlistó el médico.
Y, en cuanto sea posible, llamar a un servicio médico de urgencia o algún familiar que pueda auxiliarlo. “Las recomendaciones comunes pueden ayudar al paciente. Pero estos ‘primeros auxilios’ no pueden garantizar 100% salvar la vida”, aseguró el especialista en cardiología.
De acuerdo con el especialista en cardiología, las personas más propensas en sufrir un ataque cardiaco son aquellas con antecedentes familiares, exceso de peso y presión arterial, con adicciones (tabaquismo u alcoholismo), vida sedentaria y estrés. El rango de edad más propenso a sufrir un infarto, según Villareal, es de 45 a 50 años, “con predominio en los hombres. Ahora, seis de cada ocho mujeres sufren un ataque cardiaco”.
Posterior al infarto, el paciente debe dar seguimiento y mantener los cuidados necesarios para que la calidad de vida mejore. “Todos los factores de riesgo deben estar controlados. Los pacientes deben tener a su cardiólogo de cabecera y un constante chequeo mediante análisis de laboratorio y todo lo que se hace alrededor de una función deteriorada del corazón”, concluyó el jefe de hospitalización.
¿Toser, una buena opción?
El médico del Instituto Nacional de Cardiología Agustín Villarreal aseguró que toser sí puede ser una recomendación para el paciente al momento de un ataque cardiaco. “El toser cambia un poco la presión dentro del tórax. Sin embargo, se pone en interrogante que ayude. Si el paciente está en condiciones de intentarlo, puede hacerlo”, aseguró.