Bravo por Silvia Lemus y su acción de revivir el legado del inolvidable Carlos Fuentes, y Sirope, nuevo y exitoso álbum de Alejandro Sanz
Estuve en Xalapa y constaté que Silvia Lemus (viuda de Carlos Fuentes) no sólo es excelente conductora de televisión, escritora, periodista, publicista (en la época del brillante Jaime Muñoz de Baena) y, además, moderadora brillante. ¿Por qué? La bella rubia, que conocí hace más de 45 años, estuvo puntual en la Cátedra Interamericana dedicada al Premio Cervantes 1987 y también Premio Príncipe de Asturias (otorgado por el príncipe –entonces– Felipe, hoy nuevo monarca de España. El homenaje al escritor (aún me acuerdo cuando hace más de cuatro décadas defendió a mi colega Nicolás Sánchez—Osorio –también, qepd– de que le pegaran una golpiza en plena Zona Rosa, después nos fuimos los tres a la cantina La Ópera, donde a Fuentes le esperaba una célebre actriz de Hollywood, la famosa Candice Bergen).
El homenaje a Fuentes tuvo lugar en el Museo de Arte de Xalapa, debido al apoyo de la Universidad Veracruzana (UV); el Instituto Veracruzano de Cultura y Conaculta (léase: Rafael Tovar y De Teresa, descendiente de don José Joaquín Pesado y primo de Chucho y Samuel Solórzano Pesado, Luis y Leo Otero Pesado, y del que esto escribe, entre otros. Rafa era hermano del genial Guillermo Tovar y De Teresa, todo un personaje en la cultura mexicana).
Aquí también informó que el nombre de Veracruz de La Llave es también parte de la historia de la familia Pesado, de Orizaba, Veracruz. La cátedra presentó una vasta y espaciosa ventana consagrada al análisis de El espejo enterrado, una de las obras fundamentales de Fuentes. Y claro, para hablar de ella se reunieron Florence Olivier (Francia), Julio Ortega (Perú), Basilio Baltasar (España), y, además, se sumó la presencia de Sara Ladrón de Guevara, rectora de la Universidad Veracruzana.
Alfonso Reyes: “Uno debe ser universal”
En lo personal, en casa de José Luis Cuevas, Silvia Lemus me ha dicho que “Carlos Fuentes siguió con su vida y obra la máxima de Alfonso Reyes cuando señaló que, para ser provechosamente nacional, había que ser universal”. Carlos Fuentes supo crear lazos culturales con el mundo anglosajón y europeo y, a través de su vasta literatura, creó muchos amigos de esta extensa biografía que comprenden varios de sus libros como La región más transparente y La silla del águila, entre muchos más. Silvia Lemus recibió –en nombre de su desaparecido esposo– la Medalla Museo de Antropología de Xalapa de manos de la rectora. Por su parte, Rafael Tovar y de Teresa, en un intervención por el ya clásico streaming, comentó que “la cátedra es una referencia cultural iberoamericana. Por ende, en esta ocasión se dedicó su edición a esa inolvidable obra que es El espejo enterrado, la que muchos consideran el gran ensayo de Carlos Fuentes donde resumió/condensó su visión de Iberoamérica en el tránsito del siglo XX al XXI”.
¿Un caramelo cultural que cura y endulza?
El artista madrileño Alejandro Sanz (“las comparaciones son odiosas”, apuntan Mauricio Herrera y Luhana Gardi, pero prefieren los poemas/melodías de don Manuel Alejandro; yo también) ya ha vendido 23 millones de discos en su carrera. Ahora acaba de presentar Sirope, un nuevo trabajo. Sanz, que en un tiempo estuviera casado con Jaydy Mitchell (“pero no en ceremonia religiosa”), hoy esposa del futbolista Rafa Márquez, dice que “las notas interiores de su nuevo acetato, pueden ser correctas cuando termina el acetato; ama casi todo de él, menos “las repeticiones y exageraciones”.
Tras un cuarto de siglo de carrera y haber cosechado todos los éxitos existentes en pop hispano, son difíciles las batallas a las que enfrenta el autor de Más, el disco más vendido en la historia de la música española, pero está lejísimos de vender los millones de discos que Julio Iglesias por todo el mundo (“no tengo voz, pero encanto, ¿o no?”), contra su propia obra, pero también contra sí mismo. Su sólo nombre evoca más que ningún otro (pero no es conocido como los Enrique y Julio Iglesias en el mundo anglosajón) en el negocio de la música; sí, todo un catálogo de ambos temas).
Están las repeticiones de los números, en los que se recuerdan sin pestañear sus discos vendidos –23 millones– y decenas de premios ganados en la madre Patria y el resto del mundo, acompañados de los halagos de todo tipo que no admiten réplica. Y hasta la próxima, ¡abur!