Semifinales calientes por donde se vean. Liguilla convertida en un polvorín. Tanto en lo futbolístico, como en lo que a seguridad se refiere. En lo deportivo no podía ser más atractivo: las Chivas condenadas a pelear por el descenso son favoritas ante el Santos del explosivo Caixinha, y el Querétaro del Rey Midas Vucetich tiene mano sobre el sorprendente Pachuca.

 

En lo indeseable: los brotes de violencia han encendido luces rojas entre las autoridades de la Liga, para evitar que las agresiones tomen niveles como las exhibidas, ya no en el clásico del futbol argentino suspendido en Libertadores, sino en lo acontecido en el Jalisco con aficionados del Atlas.

 

Y es que no son hechos aislados. Apenas el miércoles de la semana pasada en el estadio de los Guerreros, un aficionado burló la seguridad y entró al campo de juego con la intención de agredir al árbitro Isaac Rojas, aunque fue tumbado al césped, justo antes de lograr su objetivo. Unas horas después, a kilómetros de distancia de La Comarca, en el estadio de los Tuzos, otro aficionado entró a la cancha durante Pachuca ante América; vestía de negro y protestaba contra el Gobierno Federal.

 

Lo del domingo ya fue el colmo, invasión de cancha en el Jalisco. ¿Y las consecuencias? Ni un estadio vetado, ningún partido suspendido, y sí directivos demasiado ocupados por los compromisos económicos y cero por lo deportivo.

 

Eugenio Rivas, presidente de la Comisión Disciplinaria, aceptó la preocupación, pero no dijo nada sobre sanciones. “Es preocupante. Sí es grave, por supuesto, y hay que tomar medidas porque estas cosas no pueden estar sucediendo”.

 

Enérgico, Nestor de la Torre, presidente deportivo de Chivas, equipo, que por cierto, ya puso el ejemplo al erradicar a las barras de su estadio fue más contundente. “En el campo de Santos quisieron agredir al árbitro y no pasa nada. Hablé con todos y no se hizo nada. A quién le tienen miedo. ¿Estamos esperando a que maten a alguien?”.

 

Mientras, lo deportivo parece quedar de lado. Una pena por los contendientes: Chivas resurgido, su rival, Santos, de nuevo en una semifinal; del otro lado, los Gallos de Ronaldinho, ante el dinámico Pachuca de Diego Alonso; pero la violencia, de momento, lo opaca todo.