Activistas de todo el mundo marchan este sábado por tercera vez contra el gigante de la biotecnología estadunidense Monsanto.

 

En el marco del Día contra Monsanto, Al menos 421 ciudades de 48 países buscan crear conciencia sobre los peligros de los alimentos genéticamente modificados de la compañía.

 

Exigen que se etiqueten los alimentos genéticamente modificados y reducir los químicos concerígenos utilizados en la agricultura industrial.

 

Brasil es uno de los motores para atender la creciente demanda alimentaria del mundo, que según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) necesitará de un aumento del 60 % de la producción en 2050 para garantizar la seguridad alimentaria de toda la población.

 

Legalizado desde 2003 en el país, el cultivo de transgénicos está presente en grande parte de los productos agropecuarios brasileños, con fuerte presencia en la cadena de la soja, de la cual el 91 % es en la actualidad genéticamente modificada, y en la alimentación de ganado y aves.

 

Así, Brasil es el segundo mayor productor de transgénicos en el mundo detrás de Estados Unidos, según los datos del Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones en Agrobiotecnología (ISAAA, por su sigla en inglés).

 

 

Con información de EFE