BOGOTÁ, Colombia. Al menos siete guerrilleros de las FARC murieron el sábado en el noroeste colombiano durante el segundo bombardeo de la fuerza pública en 36 horas contra ese grupo rebelde.
El ataque de la Fuerza Área sucedió en una zona rural entre los municipios de Yondó y Segovia, departamento de Antioquia y a 325 kilómetros al noroeste de Bogotá, indicó a The Associated Press telefónicamente Santiago Londoño, secretario departamental de Gobierno.
Los guerrilleros fallecidos pertenecen al cuarto frente del Bloque Magdalena de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), cuyo comandante es alias “Pastor Alape”, uno de los jefes rebeldes que actualmente integran la mesa de negociación en La Habana.
Este ataque militar se suma al bombardeo del jueves contra un campamento rebelde en el departamento de Cauca y en el que se informó habían muerto 26 guerrilleros. Pero este sábado se conoció el hallazgo de otro cadáver, lo que elevó la cifra a 27.
Tras esa acción de la fuerza pública, las FARC anunciaron la víspera la suspensión del cese unilateral e indefinido al fuego que había comenzado el 20 de diciembre como una medida para bajar la intensidad del conflicto que suma medio siglo y al cual busca ponérsele fin mediante las negociaciones en Cuba con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos desde noviembre de 2012.
El 15 de abril, las FARC dieron muerte en Cauca a 10 militares y causaron heridas a otros 20, lo que obligó a Santos a levantar la orden que días antes había dado de suspender los bombardeos a los campamentos rebeldes.
La guerrilla y el gobierno han alcanzado a la fecha acuerdos parciales sobre asuntos agrarios, participación política y lucha contra el narcotráfico. Siguen conversando sobre la reparación de las víctimas, la reintegración de los rebeldes a la vida civil y el abandono de las armas.