Las aplicaciones móviles para el cuidado de la salud son un mercado en auge en América Latina, al ser una de las regiones del mundo con más abonados per cápita a la telefonía móvil y por la alta incidencia de cardiopatías, obesidad, diabetes, entre otras enfermedades no transmisibles en adultos de la región.
En la región existen 100 iniciativas deamHealth en marcha, término usado para definir la práctica de la medicina y la salud pública a través de dispositivos móviles, según un informe de ThaAppDate, la mayor plataforma de recomendación de apps en español.
Brasil, México y Argentina concentran el 67% de estos proyectos, de acuerdo con un artículo publicado por el Banco de Mundial.
Desde monitorear el ritmo cardíaco, medir la cantidad de agua que tomamos al día o recordarnos sobre la ingesta de un medicamento, las apps dedicadas a atender la salud ofrecen a sus usuarios más autonomía y control de su bienestar. Ya son parte de la rutina de los latinoamericanos.
Los mayoría de estas apps ya en el mercado o por salir son dirigidas al monitoreo de pacientes con males crónicos y contenidos de salud y bienestar, indicaron datos de la GSMA, la organización mundial de operadores móviles.
Esta tendencia al alza es reflejo del volumen de usuarios de dispositivos móviles entre la comunidad latinoamericana. El mercado de celulares espera terminar 2015 con 231 millones de usuarios.
Factores del estilo de vida como la mala alimentación, el consumo de alcohol, la falta de ejercicio y el tabaquismo, son los principales motivos detrás de esta situación, dijo Luis Pérez, especialista sénior de la salud del Banco Mundial.
“Las apps simplifican muchas veces el proceso de atención y son un apoyo para la detención y el monitoreo de las enfermedades no transmisibles”, indicó.
Ante esta situación, cada vez son más los jóvenes emprendedores de la región que se involucran, y con éxito, en el desarrollo de diversas aplicaciones móviles para el cuidado de la salud.
Tres apps desarrolladas por latinoamericanos
La aplicación brasileña Plataforma Saúde es utilizada por enfermeras comunitarias que visitan los barrios más pobres de Río de Janeiro para medir, mediante un dispositivo adherido, el nivel de colesterol, triglicéridos y presión arterial.
“Esos datos se ponen en un software que desarrollamos y que informa cuál es el nivel de riesgo de desarrollar enfermedades crónicas”, comentó Tales Gomes, quien junto con otros socios creó la plataforma que funciona en siete barrios de dicha ciudad.
Aqualert, aplicación uruguaya, busca que la población adquiera un hábito y control en su consumo diario de agua.
Esta app ha sido descargada más de 300 mil veces desde noviembre pasado. Esta disponible en la tienda de GooglePlay para dispositivos que cuentan con sistema operativo Android y tiene un costo de 21.69 pesos.
MaMi, proyecto colombiano, lucha contra la mortalidad materna del país ofreciendo, a través de mensajes de texto, diferentes contenidos educativos y recursos de interés a las madres embarazadas.
“Las apps modernizan el esquema de atención pero también involucran al paciente en su cuidado, tratamiento y control”, dijo Pérez.
Buscan implementar la tecnología
La Organización Mundial de la Salud (OMS) busca intensificar el uso de las aplicaciones móviles y el sistema de deamHealt.
“La proliferación de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) en nuestra vida cotidiana convierte a estas fuentes en un aliado estratégico para la salud pública, ya sea para ayudar o resolver o a prevenir los problemas de salud, o a mejorar el acceso a los sistemas y servicios de salud”, afirmó la directora Sanitaria Panamericana de la OMS, Carissa F. Etienne.
Ante el escepticismo de muchos profesionales de la salud, el especialista del Banco Mundial establece que “muchos médicos seguimos adheridos a los esquemas tradicionales de trabajo, pero las responsabilidades médicas no cambian por el cambien por el uso de los dispositivos tecnológicos”.
“lo importante es que el equipo de salud siempre haga seguimientos personalizados de los pacientes, sea mediante administración de bases de datos o por las historias clínicas y archivos tradicionales”, dijo Pérez.
“Las apps también están para optimizar la relación médico-paciente”, señaló.