A dos semanas de la realización de una de las jornadas electorales más complejas de los últimos años (Lorenzo Córdova dixit), la sociedad está presenciando acontecimientos que han generado perplejidad.

 

Uno de ellos es que el árbitro electoral, o sea el INE, prácticamente se queja de que los jugadores lo están agrediendo con acciones como el espionaje telefónico y los numerosos litigios de los partidos políticos que reclaman los castigos impuestos por la autoridad en la cancha.

 

El presidentito consejero y sus consejeritos afirman en un “pronunciamiento” autografiado por todos que lo único que están haciendo es cumplir con la tarea que les encomendaron, por lo que prácticamente se quejan de que les escupan en la cara y les griten “huleeeeeros” cuando sancionan alguna falta.

 

Para los observadores políticos objetivos e imparciales, el  pronunciamiento del inefable INE es lo que podemos llamar exactamente “curarse en salud”.

 

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Veamos si no, dos párrafos del documento:

 

“Hoy estamos exactamente a dos semanas de la realización de una de las jornadas electorales más complejas de los últimos años. El tamaño de la elección, la instrumentación de la reforma electoral de 2014, un contexto social y de seguridad adverso, además de una intensa litigiosidad entre los partidos políticos durante las campañas electorales, constituyen las notas distintivas del presente proceso electoral.”

 

“(…) en días pasados se han producido una serie de eventos que nos preocupan y alertan, porque evidencian que existe una premeditada intención de lastimar al Instituto Nacional Electoral y erosionar su credibilidad pública justo de cara a la realización de la elección”.

 

¡Qué chingones!, ¿no? (para utilizar el lenguaje del señor Córdova). Si las elecciones salen bien será mérito de los consejeros, pero si salen mal será culpa del tamaño de la elección, de la instrumentación de la reforma electoral de 2014, de un contexto social y de seguridad adverso y de una intensa litigiosidad entre los partidos políticos durante las campañas electorales.

 

¡Cínicos, sinvergüenzas!, les grita el “gran Jefe Pluma Mont Blanc” a los firmantes del pronunciamiento. Y le recuerda al de los ojitos azules: El que ha lastimado al organismo y ha erosionado su credibilidad eres tú.

 

Así que no me vengas con que el INE repudia los intentos deliberados que se han presentado recientemente para desacreditar, en lo individual y en lo colectivo, a los miembros del Consejo General, diría el jefe de la susodicha tribu; ni con el trillado argumento de que “si algo une de manera compacta a este colegiado (consejeros del instituto), es su compromiso con la sociedad mexicana porque las elecciones se lleven a cabo de manera puntual, precisa, ordenada y con pleno apego a los principios constitucionales de certeza, legalidad, objetividad, independencia, imparcialidad y máxima publicidad…”, agregaría el ofendido representante de los indígenas.

 

¡Si no pueden no repartan!

 

AGENDA PREVIA

 

Más de 10 días se tardaron en encontrar la fórmula para quitarle la titularidad de Pemex Exploración y Producción (PEP) a Gustavo Hernández García. El Consejo de Administración de la nueva empresa productiva del Estado decidió crear un Comité de Dirección integrado por Juan Javier Hinojosa Puebla, director de Desarrollo y Producción; José Antonio Escalera Alcocer, director de Exploración, y Gustavo Hernández García, director operativo. Como director ejecutivo de este comité, el cual preside las actividades de PEP, fue nombrado Hinojosa Puebla. ¡Para que no quede duda, pues!

 

Decía la nota del fin de semana: Un hombre procedente del puerto de Veracruz fue detenido por la Policía Federal con cinco millones de pesos en “cash” en el aeropuerto de Toluca. Los malosos preguntan. Al final, se aclaró que el dueño del billete era un empresario que se dedica a la venta del “polvito blanco” llamado azúcar, por lo que lo soltaron.