En la recta final de las campañas, al menos 30 diputados de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), candidatos a algún puesto público en estas elecciones, siguen cobrando como legisladores.
Como diputados tienen una dieta mensual de 51 mil pesos, un apoyo para su módulo de atención ciudadana de 32 mil pesos y 74 mil pesos como parte del Programa de Apoyo a la Gestión.
Y pese a recibir críticas, los asambleístas no sueltan sus sueldos con el argumento de que la ley no los obliga a pedir licencia para hacer campaña electoral, a diferencia de los jefes delegacionales.
Y efectivamente, ni el Estatuto de Gobierno ni el Código de Instituciones y Procedimientos Electorales del Distrito Federal establecen que los diputados deben pedir licencia en caso de que participen en los comicios, por lo que pueden, legalmente, mantener la doble condición.
Pocas licencias
Del lado contrario, sólo tres candidatos han pedido licencias como diputados: Ana Julia Hernández Pérez, quien busca la delegación Xochimilco por el PRD; Efraín Morales, quien busca una diputación federal, y Laura Ballesteros, quien va por la delegación Miguel Hidalgo por el PRI-PVEM.
No obstante otros dos también se han separado del cargo por otros motivos: el perredista Héctor Hugo Hernández, para quedar como delegado interino en Tlalpan, luego de que Maricela Contreras se convirtió en candidata a diputada federal.
El otro es Jesús Sesma, quien pidió licencia como diputado del PVEM para encargarse de la Secretaría de Comunicación del partido durante el periodo de campañas.
En cambio, otros siguen dobleteando, tal es el caso de Dione Anguiano que es diputada local y candidata del PRD a la delegación Iztapalapa, una de las más importantes del Distrito Federal.
En el PAN, destaca el caso de Federico Döring, coordinar del blanquiazul en la ALDF, quien busca una diputación federal.
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