A ocho meses de la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, y a 11 del homicidio de 22 personas en Tlatlaya, Estado de México, se acumulan los casos de extrema violencia del crimen organizado que han dejado al menos 90 muertos y 59 desaparecidos en seis eventos delictivos.

 

Hoy vence el plazo que familiares de 16 personas desaparecidas el 9 de mayo pasado en Chilapa, Guerrero, dieron al gobernador de la entidad, Rogelio Ortega, para que las halle con vida tras haber sido ‘levantadas’ por civiles armados.

 

El 26 de septiembre de 2014, integrantes de la organización delictiva Guerreros Unidos, con ayuda de policías municipales de Iguala y Cocula, desaparecieron a 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa. Las víctimas supuestamente tenían nexos con Los Rojos, organización criminal antagónica.

 

Por estos crímenes han sido detenidas más de 90 personas, entre ellas 58 policías municipales, el ex edil de Iguala, José Luis Abarca, y su esposa, María de los Ángeles Pineda. El gobernador de la entidad, Ángel Aguirre Rivero, y el procurador de la República, Jesús Murillo Karam, dejaron sus cargos; sin embargo, sólo uno de los normalistas ha sido localizado y está muerto.

 

Los meses siguientes, narcotraficantes del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) se volvieron más violentos, emboscaron a fuerzas federales y en un hecho inédito derribaron un helicóptero militar.

 

Aparecen Guerreros Unidos

 

El 30 de junio de 2014 un teniente y siete soldados enfrentaron a presuntos narcotraficantes de la organización Guerreros Unidos quienes se ocultaron en una bodega de Tlatlaya, en el Edomex.

 

En el tiroteo siete civiles perdieron la vida y 15 que se habían rendido, entre ellos dos adolescentes, fueron ejecutados. Un soldado resultó herido y tres mujeres fueron detenidas.

 

Los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) manipularon la escena del crimen y ocultaron evidencias mientras que la Procuraduría General de Justicia mexiquense no hizo la investigación científica y apoyó en todo momento la versión de los militares.

 

La CNDH calificó el acto como una de las peores violaciones de derechos humanos por parte de las fuerzas armadas cometidas en el País y emitió la recomendación 51/2014 a la Sedena, la PGR y el Gobierno del Estado de México. Desde entonces, el crimen organizado ha sido más violento.

 

Hoy hace ocho meses integrantes de Guerreros Unidos, con ayuda de autoridades locales, desaparecieron a 43 estudiantes de Ayotzinapa, caso que sigue en investigación por parte de la PGR.

 

El 9 de mayo se denunció la desaparición de 16 personas en Chilapa, Guerrero. Aunque la PGR ya investiga el caso y tomó muestras de ADN de los familiares de los desaparecidos, aún no han sido localizados vivos ni muertos.

 

Según testigos los responsables fueron civiles armados que llegaron a la comunidad. En reunión con el gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega, hace dos días, los familiares de las víctimas pusieron como fecha límite hasta hoy para localizarlos o de lo contrario harían justicia por su propia mano.

 

Ataca el CJNG

 

El Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) emboscó a elementos de la Gendarmería Nacional en Ocotlán, el 19 de marzo de 2015; en el ataque perecieron cinco uniformados, tres presuntos criminales y tres civiles. Además ocho agentes resultaron lesionados.

 

El 1 de mayo, en el arranque del Operativo Jalisco, un grupo criminal derribó un helicóptero Cougar de la Secretaría de la Defensa Nacional con un lanzacohetes. Por estos hechos perdieron la vida ocho militares, un agente federal y nueve presuntos sicarios.

 

Integrantes del CJNG se desplegaron en 20 municipios de la entidad donde cometieron 39 bloqueos en la zona metropolitana de Guadalajara y carreteras, 36 vehículos y cinco gasolineras fueron incendiadas y 11 sucursales bancarias dañadas por lo que se activó el Código Rojo.

 

Este sábado 22 de mayo, 42 presuntos integrantes del CJNG fueron abatidos por policías federales en un operativo de incursión en el Rancho El Sol, en Tanhuato, Michoacán. Un agente falleció, otro resultó herido y tres personas fueron detenidas.

 

Del CJNG y Guerreros Unidos se hablaba poco hace un año porque las fuerzas armadas habían concentrado sus esfuerzos en Los Zetas, Los Caballeros Templarios y el Cártel del Pacífico consideradas hasta entonces las organizaciones más violentas.

 

 

 

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