RIO DE JANEIRO. El ministro de Justicia de Brasil, José Eduardo Cardozo, informó el jueves que las autoridades evalúan la pesquisa estadounidense sobre sobornos en el fútbol para identificar posibles delitos cometidos por dirigentes deportivos y empresarios brasileños.
“De haber indicios de práctica de ilícitos ante la legislación brasileña y de ámbito federal, actuaremos con gran rigor. Brasil tiene interés de que todo se esclarezca”, dijo Cardozo, y agregó que se reunirá el jueves con el procurador general Rodrigo Janot para coordinar las acciones de la policía y la procuraduría.
Cardozo indicó que el gobierno de Brasil además recibió una solicitud de cooperación internacional de Estados Unidos, sin revelar los detalles de su contenido. Siete agentes de la policía federal y dos investigadores de la procuraduría brasileña allanaron la noche del miércoles las oficinas de una compañía de mercadeo deportivo en Río de Janeiro.
Uno de los socios, Kleber Leite, expresidente del club Flamengo, dijo que la visita de las autoridades está relacionada al caso de corrupción internacional. El empresario dijo que el cateo está ligado al esquema de sobornos que la justicia estadounidense reveló el miércoles al presentar cargos contra 14 personas y detener a siete de ellos en Zúrich, entre ellos ejecutivos de la FIFA, de federaciones de fútbol y empresarios deportivos.
Leite informó que la policía allanó la sede de la empresa Klefer en “acciones de cooperación con el gobierno americano”, y agregó que entregó todos los documentos que le fueron solicitados. El empresario dijo que la búsqueda tiene que ver con un contrato de unos 40 millones de dólares con la Confederación Brasileña de Fútbol para obtener los derechos de la Copa de Brasil que firmaron junto con una de las compañías investigadas por las autoridades estadounidenses, Traffic Sports.
El dueño de Traffic Sports, el brasileño José Hawilla, ya se declaró culpable en el esquema y acordó entregar más de 151 millones de dólares.
La denuncia de la procuraduría estadounidense acusa a una empresa que no identifica por nombre y que es competencia de Traffic Sports de pagar sobornos a José Maria Marin, entonces presidente de la confederación brasileña, a cambio de los derechos de la Copa de Brasil. Marin es uno de los siete dirigentes del fútbol arrestados el miércoles en Zúrich como parte de la pesquisa estadounidense.
En entrevista a The Associated Press, Leite negó que haya pagado sobornos y dijo que entregó dicho contrato a las autoridades, así como su computadora y su celular.
“El contrato es limpio. No trabajamos así”, dijo Leite. “No tenemos aviones privados. Nuestro edificio sede no es faraónico. Es normal. Nuestras vidas son normales”.
Leite agregó que contactó a través de un mensaje de texto el jueves al actual presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, Marco Polo Del Nero, para recomendar que contraten a empresas independientes para evaluar dichos contratos. Del Nero, quien también es miembro del comité ejecutivo de la FIFA, dejó Zúrich inesperadamente el jueves en vísperas de las elecciones presidenciales de la institución, para regresar a Brasil.
Además de las acciones de la policía y el ministerio, el ex futbolista y ahora senador Romário reunió las firmas necesarias para abrir una comisión en la cámara alta para investigar las irregularidades dentro de la CBF. El senado aprobó el jueves su solicitud de abrir una comisión.
Mientras tanto, el organismo rector del fútbol brasileño retiró el nombre de Marin, ex jefe del fútbol brasileño, de su edificio sede en Río de Janeiro. El edifico fue bautizado en junio del año pasado con el nombre del ejecutivo que dirigió la CBF entre 2012 y abril de este año. La federación informó la noche del miércoles que suspendería a Marin del cargo de vicepresidente, puesto que había asumido después de haber fungido como presidente.
obo