BERLIN. Los suizos solucionaron el misterio de la desaparición de los agujeros del queso: la leche era demasiado pura.
Un instituto agrícola suizo descubrió que briznas diminutas de heno son responsables de los orificios famosos en quesos como Emmentaler o Appenzeller. Cuando la leche madura en queso estas “partículas microscópicas de heno” contribuyen a crear los agujeros en las variedades tradicionales del queso suizo.
El Instituto Agroscope, financiado por el gobierno, dijo el jueves en una declaración que la transición de los métodos antiguos de ordenamiento en las granjas a los sistemas industriales totalmente automatizados había causado la declinación de los agujeros durante los últimos 15 años.
En una serie de pruebas, los científicos añadieron distintas cantidades de polvo de heno a la leche y descubrieron que de ese modo podían regular el número de los agujeros.