BERNA. Durante meses, investigadores estadounidenses y suizos trabajaron en secreto para preparar las redadas que conmocionarían el fútbol mundial en general, y el latinoamericano en particular.

 

 

Sabían que el momento llegaría cuando la FIFA, el organismo que gobierna el futbol mundial, celebrase su congreso anual en Zúrich y reuniera a todos los altos cargos, incluidos los principales sospechosos de una amplia investigación estadounidense.

 

Cualquier filtración habría desbaratado el plan y permitido que los ejecutivos internacionales huyeran a tiempo de Suiza o destruyeran pruebas importantes antes de que las autoridades pudieran confiscarlas.

 

“Fue una planificación de meses. Fue bastante intenso intentar determinar cuál era el mejor momento”, señaló a Associated Press Andre Marty, portavoz de la oficina del fiscal general suizo. “Era exactamente hoy cuando la mayoría de las personas de interés en la investigación estadounidense y en la investigación suiza estaban todavía en Suiza”.

 

Las dos pesquisas han sacudido a la FIFA, que se ha visto perseguida por acusaciones de corrupción. El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, ha intentado gestionar esas acusaciones y llegó a presentar una demanda contra “personas desconocidas” el pasado noviembre. Esa iniciativa respondía a una protesta del entonces investigador de ética de FIFA, Michael Garcia, sobre cómo había gestionado el organismo su investigación sobre malas prácticas durante las votaciones para asignar los mundiales de 2018 y 2022, que fueron concedidos a Rusia y Catar.

 

Marty insistió en que la FIFA no estaba informada de que las autoridades tomarían medidas el miércoles, deteniendo a varias personas al amanecer en el lujoso hotel Baur au Lac y registrando la sede de la organización en Zúrich para requisar documentos en papel y formato digital.

 

“Era bastante importante tener esta coordinación entre los arrestos por un lado para el proceso estadounidense, y por el otro lado entrar en la FIFA y conseguir toda la información y datos de interés que buscamos”, explicó.

 

La fiscalía estadounidense investiga a 14 personas: nueve ejecutivos presentes o pasados de la FIFA y cuatro directivos de mercadeo deportivo, así como un hombre acusado de servir de intermediario. La investigación abarca más de dos décadas y más de 100 millones de dólares en sobornos. Siete de los investigados fueron detenidos el miércoles en Zúrich.

 

Entre los arrestados se encuentran los vicepresidentes de la FIFA Eugenio Figueredo, uruguayo, y Jeffrey Webb, de las Islas Caimán y presidente de la CONCACAF.

 

Otros investigados son el brasileño Jose Maria Marin, el nicaragüense Julio Rocha; el paraguayo Nicolás Leoz, ex presidente de la Conmebol; el ex directivo de la FIFA Jack Warner y Eduardo Li, presidente de la Federación de Fútbol de Costa Rica y que fue detenido en la operación.

 

Por su parte, la fiscalía suiza decidió tomar medidas después de que la demanda de la FIFA se viera respaldada por lo que Marty describió como “documentos bancarios bastante interesantes” que los investigadores habían obtenido en los últimos meses.

 

“Esto llegó al hecho de que nos convenciéramos de que debíamos seguir adelante con estos procesos penales”, dijo a AP.

 

La fiscalía tenía previsto el jueves entrevistar a 10 personas miembros del comité ejecutivo de la FIFA que estaban en el grupo en 2010, cuando se celebró la votación sobre los mundiales de 2018 y 2022. Marty declinó identificarlos, pero una revisión de los miembros que estaban en el comité en 2010 y en la actualidad ofrece 10 nombres: el presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar; el guatemalteco Rafael Salguero, el belga Michael D’Hooghe; el marfileño Jacques Anouma; el chipriota Marios Lefkaritis; el turco Senes Erzik; el tailandés Worawi Makudi; el camerunense Issa Hayatou; el egipcio Hany Abo Rida, y el ruso Vitaly Mutko.

 

A diferencia de sus homólogos estadounidenses, los suizos no investigan aún la posibilidad de sobornos en la asignación de los mundiales de 2018 y 2022. En cambio, estudian si los miembros del comité ejecutivo actuaron en el mejor interés de la FIFA.

 

Blatter no está entre los investigados en el caso en Suiza, señaló Marty.

 

“En este momento el señor Sepp Blatter no está bajo investigación ni es una de las personas con las que querríamos hablar mañana”, señaló, indicando que eso podría cambiar.

 

Suiza lleva varios años tratando de librarse de su reputación como destino para acuerdos financieros secretos. Por ejemplo, ahora coopera con otros países que investigan a sospechosos de evasión fiscal que se cree escondieron dinero en cuentas suizas.

 

“Tengan por seguro que la oficina del fiscal general no dudará en investigar”, afirmó Marty.

 

“Con estos procedimientos penales tratamos de subrayar los esfuerzos de las autoridades suizas en la lucha contra la corrupción, incluso la corrupción internacional, y el lavado de dinero”, dijo.

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