LONDRES. Preocupados de que su reputación se vea empañada por sus vínculos con la FIFA, los principales patrocinadores están exigiendo al órgano de gobierno mundial del fútbol que corrija sus acciones y Visa advirtió que podría cancelar su contrato millonario.

 

Coca-Cola también dejó en claro que está molesta con los escándalos que sacudieron la organización que ella y otras corporaciones apoyan con millones de dólares cada año.

 

El miércoles, siete dirigentes de la FIFA fueron arrestados en un hotel de lujo en Zurich y los fiscales suizos abrieron procedimientos penales sobre la forma en la que se adjudicaron las sedes de las copas mundiales de 2018 a Rusia y de 2022 a Catar

 

Visa fue el patrocinador más crítico, al decir que espera que la organización tome “medidas rápidas e inmediatas para hacer frente a” sus problemas.

 

“Esto comienza con la reconstrucción de su cultura, con prácticas éticas fuertes, con el fin de restaurar la reputación de los juegos para los fans de todas partes”, dijo Visa en un comunicado la noche del miércoles. “En caso de que la FIFA no lo haga, les hemos informado que vamos a revaluar nuestro patrocinio”.

 

Coca-Cola también fue otra de las empresas en endurecer su postura. “Esta larga controversia ha empañado la misión y los ideales de la Copa Mundial de la FIFA y hemos expresado repetidamente nuestra preocupación por estas acusaciones tan graves”, dijo la compañía en un comunicado.

 

La gama de empresas que trabajan más o menos directamente con la FIFA y en el mundo del fútbol es grande.

 

Los asociados de la FIFA, que son empresas que apoyan al cuerpo mundial del fútbol a través de contratos a largo plazo, incluyen Adidas, Coca-Cola, Visa, Gazprom y Hyundai/KIA Motors, que tienen derecho a explotar el nombre de la FIFA en sus campañas publicitarias y a poner carteles en los estadios.

 

Una segunda categoría de patrocinadores, como Budweiser y McDonald’s, pagan para participar de algún modo en torneos como la Copa Mundial.

 

También hay compañías que firman acuerdos con asociaciones nacionales. Nike, por ejemplo, paga para que la selección brasileña use sus camisetas.

 

Aunque Nike no fue mencionada en la acusación del Departamento de Justicia de Estados Unidos, que estuvo detrás de las redadas del miércoles en Suiza, una “compañía multinacional de ropa deportiva con sede en Estados Unidos” fue aludida en relación con las acusaciones de soborno que involucran a Brasil, derivadas de un acuerdo de patrocinio en 1996.

 

Sin referirse directamente a las conjeturas de que ella es esa empresa multinacional, Nike dijo que estaba preocupada por los “señalamientos muy graves” y que estaba cooperando con las autoridades. “Nike cree en el juego ético y justo, tanto en los negocios como en el deporte, y se opone fuertemente a cualquier forma de manipulación o de soborno”, dijo.

 

También las agencias 

 

Además de los patrocinadores, también hay agencias que compran los derechos de transmisión y comercialización para distintas partidos de la FIFA y los revenden a empresas de medios de comunicación y a corporaciones. Una de ellas es Traffic Sports USA, que también fue mencionada en el acta de acusación dada a conocer en Estados Unidos el miércoles.

 

Debido a sus lazos más directos con la FIFA, los patrocinadores y socios se encuentran entre los más expuestos a los daños a sus marcas. Sin embargo, ellos estarán más inclinados a promover cambios que en cancelar sus relaciones comerciales con la FIFA, ya que estos acuerdos de mercadotecnia son demasiado lucrativos.

 

Las corporaciones con relaciones de largo plazo con la Copa Mundial saben que el fin de sus relaciones con la FIFA podría entregar a sus rivales lo que es, junto con los Juegos Olímpicos, una de las joyas de la corona de la mercadotecnia deportiva.

 

En los últimos meses, varios grandes patrocinadores se han mostrado más dispuestos a expresar públicamente sus preocupaciones sobre una serie de escándalos.

 

Apenas la semana pasada, Adidas, Coca-Cola y Visa exhortaron a la FIFA a que presione a Qatar para que mejore las condiciones laborales de los trabajadores extranjeros que construyen las obras para el Mundial del 2022.

 

Durante el Mundial del año pasado en Brasil, los patrocinadores del delantero uruguayo Luis Suárez se escandalizaron por el mordisco que le dio al italiano Giorgio Chiellini.

 

Las opiniones de los patrocinadores no son algo que la FIFA pueda ignorar, pues ellos proporcionan casi un tercio de sus ingresos. Las cifras recientes muestran que la organización generó 5 mil 700 millones de dólares de 2011 a 2014, un periodo que abarcó el Mundial de Brasil, y que los patrocinadores y socios comerciales contribuyeron con casi mil 600 millones de dólares.

 

“Cuando una empresa patrocina un evento o una asociación como la FIFA, efectivamente comparte su marca con ellos”, dijo Peter Walshe, director de marcas mundiales en la firma Millward Brown, con sede en Londres. “Es necesario que haya un ajuste y cuando los problemas de confianza amenazan a la organización, el patrocinador tendrá que evaluar si eso tendrá un efecto negativo en la confianza de la marca”.