Leo en 24 Horas: Virgilio Andrade, titular de la Secretaría de la Función Pública (SFP), reveló que hizo una declaración pública sobre posible conflicto de intereses, pues tiene familiares que trabajan en el sector público.
“Hice la declaración de conflicto de intereses totalmente pública. Poner todo aquello que desde el punto de vista familiar pudiera ser cercano, en términos de la legislación actual”, explicó en entrevista con Joaquín López Dóriga para Radio Fórmula.
El funcionario federal detalló que desde 1999 sus hermanos, su padre y su esposa se desempeñan en el sector público.
“Tengo familiares que están trabajando en el sector público; mi esposa está en la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas; mi papá tiene un despacho que brinda asesoría laboral al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana; mi hermano Víctor Andrade está como titular jurídico de la Auditoría Superior de la Federación; y mi hermano Enrique Andrade González es consejero electoral del Instituto Nacional Electoral“, precisó.
Entonces el conflicto de intereses lo enfrenta “ricitos de oro” y no sus familiares, porque ellos trabajan en el sector público desde 1999 y él acaba de llegar a la SFP, apuntan los observadores. Por consiguiente, lo que corresponde es que Virgilio renuncie.
Sobre otro conflicto, leo en el periódico Reforma una entrevista al secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, quien afirma que solicitó las auditorías de los contratos que están vigentes con OHL México para cuidar la credibilidad de la dependencia, que dicho sea de paso, está por los suelos desde que en noviembre del año pasado canceló el fallo de la licitación para construir el tren rápido México-Querétaro, que había ganado la empresa China Railway Construction Co.
El martes, explica la nota, se filtró a la opinión pública una segunda serie de llamadas entre presuntos directivos de la compañía de origen español, en la que hablan de posibles sobornos a magistrados para defender sus intereses. La Secretaría de Comunicaciones consideró entonces necesario solicitar dichas auditorías sobre los cuatro contratos que tiene vigentes con OHL México. “Eso es lo que más nos interesa y en función de lo que se pueda recuperar de esa credibilidad, que, ni modo, afecta”, agregó Ruiz Esparza.
Y para concluir la columna con el tema de la credibilidad, la subsecretaria de Transporte, Yuriria Mascott Pérez, Yuri para los cuates, dijo en Leipzig, Alemania: México está hoy inmerso en un proceso de transformación histórica, impulsada por el Presidente Enrique Peña Nieto, que pretende conducir al país a su máximo potencial. Eso es cierto, acota el columnista.
Afirma la funcionaria que entre los objetivos de la actual administración está el relanzar el tren como medio masivo de transporte de pasajeros, doblar la capacidad portuaria e incrementar en más del 50% la red de autopistas; en el caso del transporte interurbano, los medios masivos representan dos ventajas adicionales: mayor seguridad y fortalecimiento de la conectividad regional.
A ver, mi Yuri, en el tema de los trenes para pasajeros, el secretario de Comunicaciones anunció hace cuatro meses que se suspendía in-de-fi-ni-da-men-te el de alta velocidad México-Querétaro, y que el Transpeninsular Yucatán-Quintana Roo, también de pasajeros, se cancelaba de-fi-ni-ti-va-men-te, por lo que en este sexenio no habrá trenecitos. ¿Por qué mentir?
La funcionaria debería saber que desde hace más de 25 años, todos los proyectos de trenes de pasajeros que se han presentado se quedaron en el papel, como el de los “trenes radiales” (que partirían del DF hacia Querétaro, Puebla, Cuernavaca, Pachuca y zonas circunvecinas) que Carlos Salinas de Gortari y su secretario de Comunicaciones anunciaron con bombos y platillos. Incluso el tren suburbano, que en principio se planeó de Buenavista a Huehuetoca, Estado de México, se quedó “mocho”.
Entonces, mi Yuri, ¿Por qué presumir de lo que no tendremos!