ZURICH. Desafiante como siempre, Joseph Blatter rechazó las peticiones para que renuncie a la presidencia de la FIFA. Desvió la culpa del inmenso escándalo de sobornos y corrupción que puso de rodillas al organismo rector del futbol, y se prevé que intente reelegirse hoy en el congreso del organismo.

 

“Nosotros, yo, no podemos monitorear todo el tiempo a todos”, dijo Blatter en sus primeras declaraciones públicas sobre la crisis, que arrojó serias dudas sobre su liderazgo. Blatter, de 79 años, insistió en que puede restaurar la confianza en el futbol mundial tras un par de investigaciones por corrupción que han “avergonzado y humillado” a su organización y al deporte más popular del planeta.

 

“No podemos permitir que la reputación del futbol y la FIFA sea arrastrada por el lodo por más tiempo. Debe detenerse aquí y ahora”, afirmó.

 

Blatter rechazó renunciar, como lo había pedido la UEFA a primeras horas del jueves, luego de las más recientes y severas acusaciones en sus 17 años al mando. Michel Platini, presidente de la organización europea se reunió en privado con Blatter y le pidió que dimitiera.

 

“Te pido que renuncies porque le estás dando una terrible imagen. No es nada buena y soy al primero que le molesta eso”, dijo Platini.

 

La UEFA anunció públicamente que apoyará al rival de Blatter, el príncipe Ali bin al-Hussein de Jordania.