Iniciamos esta columna con el objetivo de ayudar a nuestros lectores a la toma de decisiones a nivel personal o dentro de su posición profesional que puedan trascender positivamente. Ustedes son la principal razón de estar aquí.
En ocasiones confundimos movimientos, por lo general erráticos, en el tipo de cambio, en las tasas de interés o en el Índice de Precios y Cotizaciones justo cuando existe un evento de índole político o social como las elecciones del 7 de junio.
La correlación entre la tenencia de valores de los extranjeros en papeles mexicanos, en mercado de dinero o en renta variable, y el movimiento de los mercados nacionales es alta, lo que significa que cualquier movimiento en éstos obedece más bien a situaciones globales.
¿Por qué lo decimos? Porque el domingo 7 de junio habrá elecciones intermedias en México, pero también información económica muy importante esta semana, como el dato de empleo en Estados Unidos, la decisión de política monetaria en México por parte del Banxico, así como del Banco Central Europeo; además de la falta de liquidez de Grecia y los tiempos de pago cada vez más cercanos con el FMI. Todo esto sí será susceptible de provocar movimientos con cierta volatilidad en los mercados domésticos.
Estamos conscientes de que estas elecciones intermedias son importantes por la forma en que se reacomodará el Congreso, también porque los ganadores tendrán la posibilidad de ubicarse dentro del ámbito de las elecciones de 2018 y por el momento difícil que se vive, especialmente en Michoacán, Guerrero y Oaxaca. Sin embargo, a diferencia de momentos como en 1994 y en el año 2000, los mercados han madurado, el inversionista conformado actualmente por extranjeros, siefores, fondos de inversión, personas físicas y morales tiene una filosofía de inversión a mayor plazo. El vencimiento ponderado de la deuda de México es actualmente de más de siete años versus en 1997–2000 que apenas era de poco más de un año. La estabilidad macroeconómica que el país vive desde hace 15 años le da otra forma de ver y analizar a los inversionistas.
¿Cómo vemos hoy el tipo de cambio? Esta semana es probable que el peso se mantenga sensible y con mayor riesgo de alza. Pero no hay duda de que el dato de empleo en EU y las decisiones de política monetaria serán más determinantes. Niveles de 15.50 a 15.70 pesos en la parte interbancaria pudieran ser puestos a prueba nuevamente. La incertidumbre que prevalece de cuándo iniciará la Fed el movimiento de alza en las tasas de interés en Estados Unidos es la razón de un tipo de cambio alto y mientras esta acción no se inicie, no dudemos que cualquier movimiento de apreciación del peso será temporal.
En resumen, será una semana donde el dato de empleo en Estados Unidos, el status de Grecia y la decisión de política monetaria del Banxico y del BCE mantendrán volatilidad en nuestros mercados. Es probable que la bolsa siga consolidando, teniendo quizá momentos de ajuste a la baja, las tasas de interés en la parte de la curva larga podría tener momentos de oportunidad y el peso seguirá sensible y con riesgo de alza moderado.
De lo que sí debemos estar tranquilos es sobre la estabilidad macroeconómica, que es y seguirá siendo el elemento más importante para que empresas y familias en México podamos planear adecuadamente nuestra visión para los siguientes años. El Banxico es sin duda una institución de mucha confianza por su objetividad y su forma de trabajar. La confianza en los criterios macros ha ayudado a sortear fuertes crisis como la de 2001, por el ataque a las torres gemelas, en 2008, con la crisis hipotecaria en Estados Unidos, en 2011 y 2012 la crisis de deuda en Europa y ahora en 2015 la posible normalización de la política monetaria de Estados Unidos.