PARÍS. Los gigantes nucleares franceses Areva y EDF fusionarán sus negocios de reactores para formar una empresa controlada por EDF como parte de una extensa reforma a la industria atómica del país que está en manos del estado.

 

La oficina del presidente holandés Francois Hollande anunció el miércoles el acuerdo a grandes rasgos, diciendo que los detalles finales los negociarán las dos empresas en el plazo de un mes.

 

El gobierno francés, que controla 80% de ambas empresas, inyectará “la cantidad necesaria de capital” en Areva como parte del acuerdo.

 

El resultado es un importante revés para Areva, cuya exdirectora general Anne Lauvergeon se opuso durante años a unir a su empresa con EDF.

 

Areva perdió casi 5,600 millones de dólares (5 mil millones de euros) el año pasado, tras asumir una enorme pérdida en nuevos proyectos de reactores en Francia y Finlandia.

 

Ambas compañías son dirigidas por personas que han estado en el cargo menos de un año, Areva por Philippe Knoche y EDF por Jean-Bernard Levy. A fines del año anterior el presidente de Areva, Philippe Varin, ocupó un asiento en la junta de EDF, lo que se vio como una maniobra para fortalecer los vínculos entre las empresas que durante mucho tiempo fueron competidoras.

 

El mes pasado Areva anunció un plan de reducción de costos por mil millones de euros que incluía la eliminación de 6 mil plazas de trabajo.

 

Hace apenas cinco años Areva era considerada una historia de éxito en Francia, mientras Lauvergeon la dirigía en lo que se llama una ola de “renacimiento nuclear”.

 

Pero la buena fortuna de la empresa se derrumbó tras una serie de fallas, entre ellas, exceso de costos y fallas técnicas en su nueva generación de reactores, una inversión en una mina de uranio en Nigeria que resultó desastrosa y los efectos posteriores al rechazo a los reactores nucleares tras el desastre en el de Fukushima, Japón.