PARÍS. Rafael Nadal no pudo ante la potencia y colocación de los saques de Novak Djokovic. Aunque el español gradualmente va recuperando la calidad de su juego es evidente que aún le está faltando la fineza que lo caracterizó y que es indispensable ante rivales como el número uno del mundo, que avanza sin freno hacia la final del único torneo de Grand Slam que aún no ha ganado. El serbio se impuso por 75, 6/3, 6/1.

 

La diferencia fue la consistencia de los servicios de Djokovic, que eran incluso más certeros y potentes cuando Nadal conseguía disputarle algún punto. En el tenis es vital dominar al adversario cuando saca, y el español no estuvo cerca de conseguirlo y más bien flaqueo en sus turnos al saque ante un tenista con una de las mejores devoluciones del circuito.

 

Después de dar batalla en el primer set, Nadal se desmoronó en el segundo y bue barrido en el tercero, con una clara superiodidad del rival, porque las estadísticas marcan que a lo largo de todo el encuentro los errores no forzados se mantuvieron al parejo, no así, obviamente, los tiros ganadores del primero en la siembra.  DM