PARÍS. Trastabillando cuando subía a la red, Roger Federer cayó al piso de rodilla sobre la arcilla de Roland Garros. Fue una imagen atípica para un tenista conocido por su elegancia que ganó 17 títulos grandes.

 

Y hubo otras, durante el partido que el suizo perdió 6-4, 6-3 y 7-6 (4) ante su compatriota Stan Wawrinka. Federer, que rara vez se lesiona y que jugaba su torneo grande número 62 de manera consecutiva, tuvo que hacerse tratar de un problema en la mano derecha al final del segundo set. Se fue a sentar con la cabeza gacha luego de quedar dos sets abajo ante un rival más joven al que le había ganado 16 de 18 partidos.

 

“Intenté de todo. Tirarle pelotas altas, toques cortos, pegarle contra el viento”, comentó Federer. “Obviamente no me iba a ir del Abierto de Francia sin haberlo intentado todo”.

 

Entre el 2005 y el 2012, Federer llegó a las Semifinales siete veces y ganó el torneo en el 2009. Pero ya van tres años seguidos en los que queda afuera en los Cuartos de Final.

 

Wawrinka tuvo su mérito, que con su potencia complicó a Federer con sus tiros desde el fondo de la cancha a pesar de un fuerte viento, el cual derribó un pedazo de metal de una pantalla gigante de televisión. Los directores del torneo dijeron que ninguno de los afectados sufrió lesiones graves.

 

En el otro partido, Tsonga (14) se impuso 6-1, 6-4, 4-6, 3-6 y 6-3 a Nishikori, dejándolo fuera; y será el próximo rival de Wawrinka.