Sólo dos de los 10 hombres arrestados por el intento de asesinato contra la activista paquistaní Malala Yousafzai, Premio Nobel de la Paz, permanecen en prisión, revelaron hoy oficiales de Pakistán.
El jefe de la policía del distrito de Swat, Salim Khan, declaró este viernes que ocho de los acusados fueron liberados porque los jueces carecían de evidencia suficiente para vincularlos con el ataque a Malala, ocurrido en octubre de 2012 en la localidad de Mingora.
La policía de Pakistán informó en abril pasado que 10 hombres, combatientes del grupo fundamentalista Talibán, habían sido condenados a 25 años de cárcel cada uno, en un juicio celebrado a puerta cerrada.
Khan afirmó que el tribunal absolvió a todos menos a dos de ellos a quienes condenó a cadena perpetua, mientras que otros ocho fueron absueltos, y dijo desconocer dónde se encuentran éstos ahora, de acuerdo con reportes del periódico paquistaní The Dawn.
El fiscal en el caso, Naeem Khan, aseguró que los hombres habían confesado su participación en el ataque contra la joven activista, entonces de 15 años, y admitió que “la única razón para su liberación era la falta de pruebas en su contra”.
“Durante el juicio, los 10 hombres admitieron su papel en el ataque ante el juez del tribunal. Sin embargo, sólo dos de ellos, Izhar Khan y Israrullah Khan, fueron condenados, mientras que los ocho restantes fueron liberados el 30 de abril de 2015”, indicó.
El tribunal encontró una fuerte evidencia en contra de Izhar e Israrullah, pero no la suficiente para sostener las acusaciones de los otros ocho, aunque señaló que la investigación del ataque todavía estaba en curso, refirió.
Uno de los sospechosos clave que estuvo involucrado en el ataque, Ataullah, escapó a Afganistán en 2013, fue detenido luego por las autoridades paquistaníes en 2015, pero tampoco había pruebas contundentes en su contra.
Malala se convirtió en un ícono mundial de lucha por su campaña a favor del derecho de las niñas paquistaníes a recibir educación, a pesar de que los talibanes la habían amenazado para que dejara de hacerlo.
El Talibán paquistaní se atribuyó la responsabilidad por el ataque contra Malala ocurrido mientras viajaba de la escuela (en Mingora) a su casa (en Swat) a bordo de un minibús.
Ella recibió un disparo en la cabeza y fue trasladada vía aérea a Reino Unido para recibir tratamiento, pero tras su recuperación no regresó a Pakistán por temor a ser víctima de represalias por parte de los talibanes.