Santiago de Jesús tendría hoy 8 años de edad y debería estar cursando tercer año de primaria. Es uno de los 49 niños que murieron por el incendio de la guardería ABC en Hermosillo, Sonora.

 

Su mamá, Marta Lemas, no ha encontrado consuelo y tampoco ha podido terminar de llorar y aunque ha tenido que aguantar las burlas ante la impunidad, está harta de las mentiras.

 

“El tiempo no mitiga las circunstancias y el dolor, el duelo, no avanza porque no es un duelo común, las autoridades no han permitido que uno pueda descansar en el derecho que tiene uno a llorar la pérdida de un hijo. Aprende uno a disimular, a ser más fuerte, pero el dolor y el duelo siguen atorados.

 

“¿Cómo a seis años y a unos días de las elecciones nos van a salir con que prometen justicia o van a hacer otro peritaje? Yo sí me considero muy harta de tantas mentiras y la verdad no me presto a ningún tipo de simulación de querer hacer justicia porque no la hay”, reclama Lemas en entrevista telefónica.

 

Tras la pérdida de su hijo, la mayor frustración es que a seis años no hay culpables. Aunque reconoce que los procuradores a ella nunca le prometieron nada, tampoco ha creído en lo que le dicen a otros papás en la PGR porque considera que es “atole con el dedo”.

 

Por lo sucedido en este tiempo la madre ni siquiera tiene esperanza de que cuando llegue la sentencia del juez consigne a alguno de los inculpados.

 

“A parte de que muere (Santiago de Jesús) pasan seis años y no nada más no hay nadie en la cárcel, hay mucha burla, hay mucho lucro, hay mucha manipulación y el dolor aumenta.

 

“Hemos estado reconstruyéndonos, hemos logrado formar una familia, pero nunca es igual. La ausencia por un lado y por otro el pisoteo a la memoria de nuestro hijo y la impunidad. No se va a hacer justicia”.

 

Para ella la situación legal es la misma que en 2009, considera que las investigaciones han sido un circo porque no avanzan y aunque alguna procuradora le diga que vendrá un nuevo perito desde otro país no confía porque asegura que la estancia infantil ni siquiera está resguardada debidamente.

 

“De lo demás estamos peor porque de las personas que en un principio fueron señaladas ya hay dos exoneraciones, a los propietarios de la guardería, que es a la sobrina de Margarita Zavala, Marcia Matilde Gómez del Campo y Gildardo Urquides Serrano. La única buena noticia es que se están agotando los recursos (legales) en el Estado mexicano para poder ir con toda la firmeza ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para exponer a estancias internacionales la muerte de nuestros hijos por omisiones, a parte de la falta y la omisión de justicia”.

 

“Durante seis años se han burlado de nosotros, nos siguen pisoteando, siguen libres como si nada, que nos deja claro que en México se compra todo y que la niñez es lo último que le importa al Estado mexicano”, sentenció.