Pronto, Serena Williams podría ser la máxima ganadora de torneos de Grand Slam, lo más competitivos del circuito, en los que se miden las mejores, se acumulan más puntos y se gana más dinero. Este año, con Wimbledon (junio y julio) y el Abierto de Estados Unidos (agosto y septiembre), Serena podría empatar a Steffi Graf, quien tiene más títulos que ella (22). Pero, la marca de la alemana tiene un asterisco: la historia de un aficionado que le quitó del camino a la rival que la había desbancado.

 

Sucedió lo usual en el deporte. Graf dominaba y barría con torneos. Sumaba nueve triunfos en Grand Slam cuando cumplió 20 años. La irrupción de la serbia Mónica Seles la detuvo en seco. De 1990 a 1993, Seles ganó ocho de esos, y sólo le dejó dos de Wimbledon.

 

Pero en 1993 un fanático seguidor de Graf apuñaló a Seles en la espalda y la serbia dejó de jugar dos años. Así, Graf volvió a ganar y se llevó 10 de los 15 grandes siguientes, hasta que vino su declive a los 27 años.

 

Aún con eso, Serena Williams podría tener en la bolsa la marca, de no ser por sus crisis personales recurrentes. Una a los 20 años y la peor en 2003, cuando su hermana Yetunde Price fue asesinada y su carrera se fue al garete. Encima, sus padres se divorciaron, sufrió una embolia pulmonar y fue acusada, junto a su hermana Venus, de arreglar sus partidos. Y contra todo eso, regresó.

 

Esas fueron las circunstancias que dieron más títulos a Graf de los que hubiera ganado y que le quitaron posibilidades a Serena.

 

Steffi fue número uno del mundo 377 semanas, un número relativo, porque cuando Seles fue herida era la número uno y llevaba 113 semanas así.

 

Ahora, la primera en la lista es Serena, y desde febrero de 2013 no suelta el puesto. Ya suma 120 semanas y acumula 243 semanas. Ese récord está distante y más considerando los 33 años que tiene cumplidos, pero para Serena parece que nada es imposible.

 

Williams