BARCELONA. Con su ampliación de contrato por una temporada más, hasta junio de 2017, Luis Enrique Martínez cerró el debate sobre su continuidad en el Barcelona, una cuestión trascendente en el club azulgrana y que el presidente Josep Maria Bartomeu ha resuelto poco antes de dimitir de su cargo para presentarse a la reelección.

 

El entrenador asturiano y su equipo técnico, que tenían contrato hasta junio de 2016, se habían sentido desamparados con la salida del director deportivo, Andoni Zubizarreta, tras la derrota de Anoeta en la Liga ante la Real Sociedad y así lo había expresado Luis Enrique repetidamente en público.

 

Tras aquel partido, algo cambió. Se aireó la mala relación del técnico con Leo Messi, intervino Bartomeu y alguno de los pesos pesados de la plantilla. El argentino, fuera del equipo titular ante la Real Sociedad, sólo se ha perdido un partido desde entonces.

 

“Como no podía ser de otro modo, estamos muy contentos. Después de un año como el que hemos vivido, con las dificultades pero con un gran resultado final, estamos más que ilusionados esperando volver a conquistar títulos. Todo lo que se acerca es más que ilusionante”, dijo el entrenador asturiano a los medios de club azulgrana.