De los cinco policías preventivos que el fin de semana fueron detenidos acusados de intentar extorsionar a un conductor que no pasó la prueba del alcoholímetro, sólo uno está a disposición del Juez 16 penal del Reclusorio Oriente.

 

La agente de la Secretaría de Seguridad Pública del DF, María Teresa López Arias, quien fue consignada al Reclusorio con su compañero José Román Guerrero López, quedó en libertad este día bajo las reservas de ley.

 

El Juez no halló elementos de prueba suficientes en su contra por lo que regresará a su trabajo.

 

En tanto, Guerrero López, solicitó la duplicidad del término constitucional para aportar pruebas de descargo, por lo que el sábado se resolverá su situación jurídica.

 

Ambos fueron detenidos el viernes en un punto de revisión del aPrograma Conduce sin Alcohol en la delegación Benito Juárez.

 

Por primera vez desde que se aplica el Programa, policías de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina fueron denunciados por intentar extorsionar a un conductor que no pasó la prueba.

 

Los hechos ocurrieron  cuando los agentes detuvieron a un conductor no apto para manejar por rebasar el límite de 0.40 mg/l en aire expirado.

 

Sin embargo, presuntamente los policías intentaron pedir dinero para evitar que la camioneta de transporte de carga del conductor fuera llevada al depósito vehicular.

 

El representante legal de la empresa acudió al punto de revisión y al escuchar la sugerencia de los agentes decidió pedir ayuda al personal de inspección policial para denunciar el delito.

 

El Ministerio Público consigó a Guerrero López al Reclusorio Oriente y a López Arias al Femenil de Santa Martha Acatitla, ambos ubicados en Iztapalapa.

 

Los otros tres acusados alcanzaron el beneficio de obtener su libertad bajo caución porque sólo estaban acusados de encubrimiento por favorecimiento.

 

En tanto, la Dirección de Inspección Policial de la SSP-DF inició una investigación paralela para determinar las acciones administrativas en contra de los elementos

 

El Alcoholímetro se aplica en la Ciudad de México desde 2003 para prevenir accidentes de tránsito. Por el éxito que ha tenido al bajar el número de muertes en accidentes de tránsito por ingesta de alcohol, se ha replicado en otras entidades.

 

Para el conductor alcoholizado la sanción es de 20 a 36 horas de arresto inconmutable después de que fue presentado ante el juez cívico.

 

Cuando no hay quien conduzca el vehículo es llevado al corralón.

 

En 2012 la SSP reportó 25 mil 43 conductores remitidos al Juzgado.

 

Desde su creación a 2012 se realizaron más de 2 millones de entrevistas, se aplicaron más de 324 pruebas, dieron positivo casi 90 mil conductores y fueron remitidos al corralón 60 mil vehículos.