BRUSELAS. El presidente mexicano Enrique Peña Nieto afirmó hoy en entrevista con EFE que tiene una “relación personal bastante buena y positiva” con el gobernante cubano Raúl Castro y con su hermano Fidel, e “institucional“, aunque “cordial”, con su homólogo de Venezuela, Nicolás Maduro.


Asimismo, el jefe del Ejecutivo federal dijo que “aplaude”, “reconoce” y “apoya” el deshielo de la relación entre Cuba y Estados Unidos, y se mostró partidario de que “haya respeto a los derechos humanos y al estado de derecho” en Venezuela, pero recalcó que México tiene “absoluto respeto a la libre determinación de las naciones”.

 

Por otra parte, se mostró partidario de que haya “respeto a los derechos humanos en Venezuela”.

 

Peña Nieto, que se encuentra en Bruselas donde ha participado en la II Cumbre entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), celebrada el miércoles y el jueves, se refirió también a las gestiones realizadas en Venezuela por el ex presidente del Gobierno español Felipe González.

 

Los esfuerzos porque en este país al que respetamos haya pleno respeto al estado de derecho, a la democracia, siempre serán sin duda bien vistos“, indicó al respecto el presidente mexicano.

 

No obstante, también dejó claro que su país actúa “en congruencia con lo que mandata” su Constitución “de absoluto respeto a la libre determinación de las naciones”.

 

De diferente forma se refirió Peña Nieto a la relación con Cuba, su presidente, Raúl Castro, y su hermano Fidel, con los que dijo tener “una relación personal bastante buena y positiva”, al recordar que se entrevistó con el primero e hizo una “visita de cortesía” al segundo en un viaje a Cuba en enero de 2014.

 

Con Venezuela “no hay la misma vecindad geográfica que hay con Cuba, hay una vecindad regional”, aclaró.

 

Peña Nieto anunció asimismo que “aplaude”, “reconoce” y “apoya” el deshielo de la relación entre Cuba y Estados Unidos, y dijo que la intención de México es “coadyuvar” en “todo aquello que favorezca” a la “normalización de la relación” entre esas dos naciones.

 

“México la aplaude, la reconoce y la apoya” porque son sus “dos vecinos geográficos, uno en el norte y el otro en la región del Caribe”, manifestó.

 

Su apoyo se debe no solo a “la relación histórica y añeja que hermana a México con estas dos naciones”, sino porque “contribuye a fortalecer” la región del Caribe, por Cuba, y a la “integración productiva de Norteamérica”, por Estados Unidos.

 

También consideró “algo vital que este desfase y este aislamiento que históricamente se había dado sobre Cuba, al que México evidentemente se había opuesto”, pues “no compartía el embargo”, “en algún momento se levante”.

 

Según Peña Nieto, lo que está sucediendo en Cuba es “un proceso de mayor apertura” que “traerá inversión” mexicana a la isla caribeña.

 

Entre los sectores en que México podría invertir a través de sus empresarios citó el turístico, el portuario y el de las comunicaciones.

 

Con el “ánimo muy renovado” tras las elecciones

 

Peña Nieto afirmó sentirse con “un ánimo muy renovado” por el resultado y la participación ciudadana en las elecciones intermedias celebradas el pasado domingo el país, aunque reconoció las dificultades que existen hoy para gobernar.

 

Me siento con un ánimo muy renovado a partir de este resultado, por esta reafirmación de nuestra propia democracia” y “por el respaldo logrado al proyecto que estamos impulsando”, dijo el presidente mexicano, al destacar también “el voto importante” obtenido por sus aliados políticos.

 

Sin embargo, el mandatario reconoció que hoy en día “gobernar se ha vuelto mucho mas complejo”, opinión que dijo haber compartido con los mandatarios en la cumbre UE-Celac.

 

“Siempre lo ha sido” pero ahora “hay otros componentes”, indicó Peña Nieto, para revelar luego que “la constante en todas las conversaciones con los jefes de Estado” en la cumbre fue “lo complejo que es hoy esta tarea de hacer Gobierno y poder estar a la altura de las expectativas”.

 

También es difícil “satisfacer una demanda social mucho más inmediatista en cuanto a los resultados, una sociedad demandante y exigente”, un gobierno con mayor escrutinio abierto, público y con una constante presión de obtener resultados de la forma más rápida posible”, recalcó.

 

“Esto pone a prueba a los gobiernos en su capacidad y eficiencia para poder dar esta respuesta” a ese escenario, enfatizó.

 

Hay Peña Nieto para rato

 

Preguntado sobre si con el resultado de las elecciones del domingo al Congreso y en nueve de los 32 estados mexicanos “hay Peña Nieto para rato”, señaló que lo habrá “para de aquí a que concluya” su periodo gubernamental, al tiempo que se mostró contrario a la reelección.

 

“En México no tenemos lo que hay en otras partes del mundo, que es la reelección, y no la tendremos en México porque yo en lo personal tengo la convicción de que es un tiempo suficiente, el periodo es tiempo suficiente para un proyecto de nación”, subrayó.

 

Ese proyecto, en su opinión, “se reafirma” con “los beneficios de las reformas” que su gobierno “ha emprendido”, que son “beneficios tangibles”.

 

Entre ellos citó las “tasas menores de inflación”, “más ingresos” para las familias, a las que “les alcanza para más” con ellos, “tarifas eléctricas más bajas”, al igual que las de “larga distancia” telefónica, “mayor acceso al crédito” y “niveles muy alentadores” de consumo a tasa anual.

 

Reconoció que “por responsabilidad con la estabilidad económica de su país” ha tenido que hacer un “ajuste presupuestal” que afecta a su plan de infraestructuras, uno de los programas estrella de su gestión, pero pese a ello “los proyectos más grandes del plan se van a llevar adelante”, aunque no detalló cuáles.

 

“Estamos contentos, no tendríamos por qué no, estamos en ruta, los resultados son positivos”, recalcó al referirse en otra ocasión al momento político que atraviesa su gestión tras los comicios intermedios, en los que se registró “una jornada participativa y ejemplar”.