El jurado encargado de fallar ese galardón, séptimo de los ocho que convoca este año la Fundación Princesa de Asturias, en su XXXV edición, se reunirá el 16 y 17 de junio para tomar una decisión.
A este premio optan un total de 24 candidaturas, procedentes de Chile, Costa Rica, Cuba, Estados Unidos, Marruecos, México, Nepal, Nueva Zelanda, Portugal y España.
Los Premios Princesa de Asturias están destinados, según los Estatutos de la Fundación, a galardonar “la labor científica, técnica, cultural, social y humanitaria realizada por personas, instituciones, grupo de personas o de instituciones en el ámbito internacional”.
Conforme a estos principios, el Premio se concederá a aquellos “cuya labor con otro u otros en materias tales como la salud pública, la universalidad de la educación, la protección del medioambiente y el desarrollo social y económico, entre otras, constituya una aportación relevante a nivel internacional”.
El Premio está dotado con una escultura de Joan Miró –símbolo representativo del galardón-, la cantidad en metálico de 50 mil euros (unos 56 mil dólares), un diploma y una insignia. DM