MADRID. Pau Gasol, Rafa Nadal y Enrique Iglesias se asociaron y presentaron un restaurante de corte internacional en Madrid, Tatel, un avalado por la cocina de Nino Redruello, discípulo de Ferran Adrià y Pedro Subijana.
Se trata de un proyecto iniciativa de los empresarios Abel Matutes Prats y Manuel Campos, que se unieron con estos tres referentes del deporte y la música para convertirles en “embajadores internacionales de la gastronomía española”, explica a el chef Redruello.
Tatel abrirá además en Miami, Londres y en otras ciudades, pero primero busca “afianzarse con el público madrileño para transmitir la calidad de su cocina”, subraya.
La cocina de Tatel es una sorpresa constante, igual que lo es el local, un espacio de 800 metros cuadrados inspirado en los años veinte, con una decoración desenfadada y en movimiento, dividida en un comedor, un lounge y un escenario musical central en el que se inicia cada noche un espectáculo en directo.
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Con alegría
“Queremos demostrar que aquí somos divertidos y que el cliente viva una experiencia, no solo gastronómica, para que salga de aquí con alegría”, matiza.
Tatel es, además, un lugar para ver y ser visto, pero en el que también se puede pasar desapercibido gracias al reservado, con una entrada “secreta”, accesible desde la cocina. La carta, elaborada por Redruello y Patxi Zumárraga, es una nueva versión de la cocina de este tándem (“La Gabinoteca”, “La Ancha” y “Las tortillas de Gabino”), “gastronomía española tradicional, actualizada, divertida y con identidad propia”, en palabras del chef.
Desde el aperitivo, una bandeja de pan con tomate y aceite, el cliente participa en la elaboración de los platos, al ver desde la sala todo lo que ocurre en cocina y porque muchas recetas se terminan en la mesa, para resaltar la frescura de los productos.
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Postre de autor
Un escalope muy fino al que el camarero añade un huevo cocinado a baja temperatura y trufa rallada, ensalada de codorniz escabechada con lechuga viva holandesa cortada en la mesa con la maceta incluida o boquerones “fritos del revés”, porque se fríen frente al comensal.
De postre, creaciones exclusivas de Redruello como su flan de queso brie o natillas con merengue y galleta.
“Queremos que sea una cocina española pero en la que se vea que detrás hay personas que buscan sorprender, ejecuciones con personalidad y técnica, siempre respetando el producto”, explica.
La materia prima española es protagonista indiscutible en “Tatel”, que tiene su aceite y su vino propios y una pequeña tienda “gourmet” en la que se pueden comprar los productos estrella de la gastronomía española: jamón ibérico, aceite y vino, entre otros.
La idea es que este mercado se convierta, en los locales de “Tatel” en el extranjero, en un escaparate de productos de calidad que ejerza al mismo tiempo de despensa para quienes quieran llevarse a casa los sabores de la cocina española.
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