OAKLAND. LeBron James completó la hazaña de conseguir por segunda vez en la serie un triple doble, pero aún con sus 40 puntos no pudo él solo subsanar la falta de las otras figuras del equipo y los Cavaliers de Cleveland terminaron derrotados 97-89 por los Warriors de Golden State en el quinto partido de la Serie Final de la NBA para tomar ventaja de 3-2.

 

Ahora, el martes podrían coronarse por primera vez desde 1975, en Cleveland. O bien, los Cavaliers podrían forzar un séptimo juego que se celebraría hasta el viernes en Oakland.

 

Esta parece ser la tónica que seguirá la Final. Los Cavaliers no tienen a Irving y antes perdieron a Love, y aun así han sido capaces de ganar dos juegos gracias principalmente al aporte de James, que está jugando demasiados minutos y eso parece pesarle. Al menos así ha sido por ejemplo en el partido anterior a este, en el que quedó maniatado.

 

Pero es obvio que en este se desató: 40 puntos, 14 rebotes y 11 asistencias. Lo malo fue que sus compañeros no estuvieron a la altura de lo que exigía la causa.

 

Cleveland mandó en el encuentro hasta cuando faltaron cuatro minutos para el final del tercer cuarto. Ahí Los Warrioirs consiguieron empatar la pizarra después de una férrea persecución en la que nunca permitieron a los visitantes abrir brecha. La voltereta ocurrió con tres minutos en el reloj en ese cuarto tras dos sendos tiros de tres de Curry e Iguodola. Y a partir de ahí los esfuerzos de Cleveland de empatar se estrellaron contra su propia falta de versatilidad en el juego. LeBron anotó 16 de los 22 puntos de los Cavaliers en el último cuarto. Así, es imposible.

 

Del otro lado, Stephen Curry aportó 37 puntos, y de nuevo se repartió mejor el trabajo de encertar entre Iguodala, Green y Barbosa.