Sus nombres no están cada día en los periódicos y no tienen ninguna opción de triunfo pero, al igual que la demócrata Hillary Clinton y el republicano Jeb Bush, aspiran a convertirse en el próximo presidente o presidenta de Estados Unidos.

 

Hasta el viernes 12 de junio, un total de 384 personas se habían registrado en la Comisión Federal Electoral de EU como candidatos presidenciales para las elecciones de noviembre de 2016.

 

La lista de candidatos es tan extensa porque, entre otras cosas, es muy fácil inscribirse.

 

De acuerdo con la Comisión Federal Electoral, los requisitos son rellenar un formulario, tener al menos 35 años de edad, ser ciudadano estadunidense y haber recaudado o gastado un mínimo de cinco mil dólares para la campaña.

 

La inscripción incluso puede hacerse antes de haber alcanzado esa suma de dinero, según explicó un portavoz de la Comisión al diario The New York Times.

 

El de la ciudadanía es un requisito fundamental y basta recordar lo ocurrido con el presidente, Barack Obama, quien tuvo que divulgar en 2011 su certificado completo de nacimiento ante las dudas, expresadas por algunos de sus detractores de la derecha más radical, sobre si nació en Estados Unidos o en Kenia.

 

Curiosidades en la lista de aspirantes a suceder a Obama en la Casa Blanca hay muchas, entre ellas la presencia de cuatro candidatos que se apellidan como el gobernador de Wisconsin, Scott Walker, uno de los favoritos entre los votantes republicanos y quien todavía no ha hecho oficial su intención de competir por la presidencia.

 

El candidato con el nombre más largo es, sin duda, HRM César San Agustín de Bonaparte Emperador de los Estados Unidos de la Isla Tortuga, residente en Malibú (California) y afiliado al Partido del Dictador Absoluto.

 

Según muestran los registros de la Comisión Electoral, lleva inscribiéndose como candidato desde 1996.

 

Por otro partido, el Pirata, se presenta el ciudadano Kevin Deame, de Connecticut, mientras que Doris Cintron, de San Diego (California) sostiene en el formulario oficial que su afiliación es “demócrata y republicana”.

 

Al Partido Revolucionario se asocia otra aspirante, la Princesa Khadijah M.Jacob-Fambro, de San Francisco y que usó el formulario para proponer matrimonio al rapero Lil Wayne.

 

La mayoría de los candidatos pertenecen a las formaciones mayoritarias, republicana y demócrata, pero hay también independientes, de partidos más minoritarios (verde, libertario) y otros que se presentan bajo el paraguas de siglas desconocidas para el gran público como A99, AME, HEL o NBC.

 

Quien no aparece todavía registrado, aunque ya está campaña y piensa competir de nuevo por la Casa Blanca, como ya hizo anteriormente, es Vermin Supreme, inconfundible con su larga barba y su sombrero negro.

 

En 2008, en las elecciones generales que ganó Obama, Supreme obtuvo 43 votos a nivel nacional y en enero de 2012, en las primarias demócratas de Nuevo Hampshire, recibió más de 800.

 

Su programa de campaña es muy claro: si es elegido presidente, promete establecer leyes para que el cepillado de dientes sea obligatorio, un plan de contingencia para la “próxima invasión zombie” y “ponis gratis” para todos los estadunidenses