La Secretaría de Salud de Querétaro informó que 120 personas del municipio serrano de Pinal de Amoles, uno de los municipios más pobres de la entidad, presentaron un cuadro de intoxicación crónica relacionada con el consumo de agua contaminada con arsénico.
La situación trascendió cuando un grupo de personas llegó a solicitar atención médica a un centro de salud rural, presentando el mismo cuadro sintomático: infección respiratoria aguda, debilidad, agotamiento, pérdida de la fuerza en las manos, comezón generalizada y descamación en las palmas de las manos y las plantas de los pies.
La investigación de la Comisión Estatal de Aguas (CEA) arrojó que 120 personas que presentaba lesiones en la piel se habían intoxicado después de abastecerse durante muchos años de un manantial en la comunidad Llano de San Francisco; el agua estaba contaminada con arsénico.
“Al conocerse el resultado de estos análisis se verificó la suspensión inmediata del abastecimiento de agua de dicho sistema independiente proveniente del manantial”, informó el gobierno queretano mediante un comunicado de prensa.